Aprendizaje. Daniel asegura que el cuidado de sus plantas requiere de mucho cariño, trabajo que le ha enseñado grandes cosas.
Con la llegada del otoño comienza una etapa más en el trabajo de Daniel López, quien se dice muy contento de poder servir al mundo a su manera.
Desde hace tres años el joven se encarga de asesorar clientes y cuidar plantas dentro del vivero San Lorenzo de Torreón, su amor por la naturaleza lo llevó a escoger una profesión que cuenta cada vez con mayor demanda.
Luego de suspender estudios y buscar algunas opciones de trabajo en la región se decidió por perseguir algo de su gusto, durante el 2009 llegó al vivero donde pudo aplicar sus conocimientos de botánica.
"Estamos en una región muy extrema, la gente quiere armar sus jardines o tener árboles en sus casas... yo me encargo de que hagan la selección correcta", dice Daniel mientras acomoda unas flores.
A pesar de no contar con una carrera que avale su trayectoria, Daniel sabe que cada una de las plantas requieren atenciones y cuidados diferentes, durante toda su niñez vivió en diversas ciudades del sur del país donde aprendió su oficio con el paso de los años.
"Uno aprende a identificar cada cosa, trato de explicarle a la gente que no se deben comprar plantas sólo por que se vean bien... son como mascotas", dice López.
Al dejar lejos a familiares y amigos empleó gran parte de su tiempo a descubrir plantas de la región y mejorar sus técnicas de trabajo, esta situación lo ha llevado a colocarse como uno de los decoradores más solicitados en el oriente.
"Cada vez más personas nos hablan para hacerles trabajos, yo trato de hacer lo mejor que se pueda mi trabajo y que los clientes queden felices".
Daniel asegura que con las bajas temperaturas se incrementan hasta dos veces las solicitudes de mantenimientos de jardines, venta de abonos y reemplazo de plantas.
FUTURO POSITIVO
A pesar que la situación económica no es del todo prometedora, el joven especialista dice tener fe en su trabajo y en su propio crecimiento, uno de sus proyectos para los próximos años sería colocar su propio negocio.
"Me siento muy a gusto ahorita, aprendo muchas cosas y estoy tranquilo...en un futuro quisiera tener un negocio de decoraciones profesionales, el chiste es conseguir dinero", comenta Daniel mientras sonríe.
Al terminar de mover unas cuantas palmeras y regar abono en otras plantas recibe a sus primeros clientes del día, de inmediato se limpia las manos y vuelve a su trabajo de todos los días.
Con gran ánimo presume sus mejores flores que ha cuidado desde hace semanas en el vivero.
El siglo de torreón / Roberto Iturriaga
Oficio
Un oficio "al natural".
⇒ Daniel lleva 3 años trabajando en la jardinería.
⇒ Bajo su cuidado están casi 800 plantas.
⇒ Su trabajo se incrementa en este cambio de estación.
