Preparados. La Procuraduría de la Defensa de la Mujer inicia hoy un taller de atención a los menores cuyos padres viven relaciones violentas.
Este viernes dará inicio el taller dirigido a menores que sufren situaciones de violencia intrafamiliar, en una actividad organizada por la Procuraduría de la Defensa de la Mujer.
Las sesiones se tienen programadas de las 12:30 a las 15:30 horas, en grupos y a través de dinámicas y actividades artísticas mediante las cuales se buscará identificar el nivel de daño emocional de los menores como consecuencia de esta problemática.
La responsable de la dependencia municipal, Claudia Bonilla informó que esta es la primera ocasión en que se diseña un programa dirigido a los menores cuyos padres llevan relaciones violentas en el hogar, por ser los principales afectados.
Además, si no se les brinda la atención que requieren, suelen desarrollar una infancia llena de conflictos y al crecer, reproducen los patrones de agresores y víctimas, con relaciones violentas desde el noviazgo.
Bonilla señaló que para la atención de estos menores, se canalizarán algunos de ellos por parte de la Procuraduría de la Defensa del Menor y la Familia del DIF, mientras que otros son hijos de las propias mujeres que acuden a la Prodem para atención psicológica o jurídica por ser víctimas de violencia.
La invitación se hace también para todas aquellas madres de familia que de alguna forma estén conscientes de que sus hijos están siendo afectados emocionalmente por cualquier forma de agresión que se da dentro de la dinámica familiar.
El objetivo de este programa, es identificar y dar la atención a los menores que la requieran, la cual estará a cargo de psicólogas infantiles.
MANIFESTACIONES Los menores que están siendo afectados emocionalmente por esta condición, suelen manifestar introversión o bien, se vuelven agresivos y retadores para con las figuras de autoridad (padres o maestros.)
Rinden poco en la escuela y hay quienes se orinan en la cama; se muestran nerviosos o experimentan estados de angustia o depresión.
En un largo plazo, las consecuencias de crecer en un entorno violento se verán reflejadas en dificultades para relacionarse con los demás: bullying, violencia en el noviazgo y relaciones destructivas, entre otras.
Para Claudia Bonilla, la atención integral hacia la mujer no únicamente debe dirigirse hacia los problemas que ella enfrenta, sino también a quienes forman parte de su estructura familiar, pues de lo contrario la labor es incompleta.
Por ello, también se imparten talleres a hombres que generan violencia.