Los gobiernos de México y Estados Unidos identificaron, a través de investigaciones conjuntas, a 25 traficantes de armas que dotan de arsenal a los cárteles de la droga y el crimen organizado, entre los que hay ciudadanos estadounidenses, por lo que su detención es un blanco prioritario para ambos países.
Así lo indicia un informe de la PGR que destaca que el intercambio de información binacional ha permitido establecer también que 80% de las armas decomisadas a organizaciones criminales en México provienen de Estados Unidos, aunque son siete estados los mayores proveedores de armas que cruzan ilegalmente al país: Texas, Arizona, California, Connecticut, Florida, Ohio y Luisiana.
Se detalla que para estrechar la cooperación con las agencias estadounidenses para el objetivo de frenar el trasiego ilegal de armamento a México e impedir que llegue a manos del crimen, en marzo de 2010 la Subprocuraduría de Investigación Especializada en Delincuencia Organizada (SIEDO) creó un área dentro de la Unidad Especializada en Investigación de Terrorismo, Acopio y Tráfico de Armas para sistematizar la información relacionada con ese delito y fortalecer el trabajo de inteligencia.
Utilizar el sistema de rastreo E-Trace, que permite cotejar las armas aseguradas a la delincuencia organizada con la base de datos de Estados Unidos, "ha permitido conocer la identidad de personas de origen hispano o estadounidense que ha participado en la introducción clandestina de armas a México".
Se indica que la base de datos "ha permitido identificar hasta ahora a 25 compradores potenciales que se encuentran bajo investigación en averiguaciones previas; estas investigaciones han impulsado la coordinación judicial con las agencias estadounidenses, a fin de fortalecer los casos en ambos países, y endurecer las penas contra quienes participan en el tráfico ilícito".
Aunque la identidad de los sospechosos está bajo reserva hasta que el Ministerio Público de la Federación esté en condiciones de ejercitar la acción penal en su contra, se indica que los datos obtenidos han optimizado la investigación y la cooperación con Estados Unidos, por lo que no sólo se indagan las operaciones de estos traficantes y sus centros de acopio, también "se han identificado de manera más certera rutas" de trasiego.
El intercambio de inteligencia e información permitió detectar, indica el documento, que 80% de las armas aseguradas en México provienen de 36 estados de la Unión Americana.