Ahora, nuestra columna la dedicaremos a recordar vivencias que tuvimos en el pasado, cuando escribíamos aquí sobre espectáculos.
Por el año de 1967 vino a la Comarca Lagunera una gran comitiva artística para filmar una película que originalmente se iba a llamar La Ley de Tombstone y que finalmente fue conocida como La Hora de las Pistolas, dirigida por John Sturges.
Recordamos todo esto porque esta semana, leyendo el periódico ABC de España, una nota en su primera página decía que John Sturges era considerado como el mejor director de cintas de vaqueros.
Entre sus trabajos más importantes, la publicación hispana resaltaba la película Los Siete Magníficos.
Aquí, gracias a Jorge Russek, que trabajaba en dicha filmación y con quien hicimos gran amistad, pudimos platicar varias veces con John Sturges, mientras disfrutaba sus alimentos en el Hotel Río Nazas.
Sturges había sido nominado al Oscar en 1955 por su película Conspiración del Silencio, pero a nosotros, en lo particular, nos había fascinado su película El Viejo y el Mar, donde daba vida a una de las obras más leídas de Ernest Hemingway, estelarizada por Spencer Tracy.
Para la filmación de La Ley de Tombston se levantó una pequeña población, con casas de madera muy bien hechas. El sitio era en sí un gran atractivo turístico, pues quedaba a pie de carretera, antes del entronque a Pedriceña, Dgo.
"Chicho" Leija Hinojosa nos llevaba en su avión a la locación y también ahí nació una gran amistad, inolvidable.
El elenco era de lujo, y lo encabezaban James Garner, Jason Robards y Robert Ryan con quienes platicábamos libremente, pues no existían en ese tiempo las trabas para el trabajo periodístico como ocurre hoy.
Con Aldo Magallanes, quien ahora escribe aquí sobre espectáculos, platicábamos ayer de esta filmación y otras muchas que aquí se realizaron aprovechando nuestros hermosos escenarios semidesérticos.
Tiempos felices fueron para nosotros.
