Sea feliz
No sufra.
Estas dos expresiones vienen de gente buena, bien intencionada que nos encontramos en la calle, o que nos escribe porque nos lee, o porque nos sabe algo.
Y nos impresionan esas dos palabras, porque son dichas con sinceridad.
Ser feliz, no es fácil, menos en estos tiempos donde se batalla con todo, sobre todo con la cuestión económica.
El sufrimiento es también parte normal del mundo que hoy vivimos.
Entonces ¿qué hacer para satisfacer a quienes nos desean lo mejor, y de paso pasarla lo mejor posible?
Lo primero es estar en paz consigo mismo, y esto es requisito para cualquier buen estado de ánimo.
Porque quien anda en problemas o los compra, no tiene mucho hacia dónde hacerse y estar a salvo.
Así que lo mejor es vivir en forma tranquila, hogareña diríamos, y atender con todo su tiempo disponible a sus seres queridos.
Entre nuestros familiares y conocidos hay mucha gente llena de paz, que inspira, que regala tranquilidad.
Tenemos junto a nosotros a la compañera de tantos años que por las mañanas prepara con esmero los alimentos, se comunica con sus seres queridos, les desea lo mejor y luego se pone a tejer las chambritas de la niña que acaba de llegar, o la de los hijos, nietos o nueras.
Luego se pone a resolver sus palabras cruzadas y termina el día leyendo alguno de los libros de su preferencia o revistas.
Y para terminar vuelve a preguntar por sus seres queridos y termina el día con toda tranquilidad elevando sus oraciones pidiendo por todos, a los que nos quiere.
Para ella no debe haber sufrimiento, porque no le da espacio.
Todos, en la familia, la tenemos como guía, como ejemplo, como la piedra angular de nuestro vivir.
Y así es desde que la conocimos, desde que la escogimos para ser la compañera de siempre.
Por: Lic. Miguel Ángel Ruelas