Por: Lic. Miguel Ángel Ruelas
Chimulco
Como cada año, la semana anterior estuvimos en este lugar, cercano a Guadalajara.
Camino a Colima está Villa Corona Jalisco, y ahí, a un lado está este famoso balneario.
Fernando Quirarte, Yayo de la Torre, Chava Reyes, y muchos de los que han venido a La Laguna nos hablaban con elogios de Chimulco, donde pasaron parte de su niñez, disfrutando de las aguas termales, y de la hermosa laguna, sus amplios jardines y su tranquilidad.
Perdimos ya la cuenta de las veces que hemos estado ahí.
Y esta vez, el viaje fue diferente.
Muy agradable, porque por primera vez no conducimos nuestro vehículo, pues lo hizo Jorge, el esposo de Daniela, la misma que hace más de 20 años nos encargó Emiliano, su padre que temprano abandonó este Valle y nos dejó la hermosa tarea de terminar de formar a sus dos pequeñas hijas, "La China" y Marielita.
Así que disfrutamos de paisajes hermosos, bañados por la lluvia y uno de los días con aguacero de por medio nos fuimos a Melaque, a comer pescado frito y aprovechar las bondades del clima, sin calor sino con una brisa fresca y agradable.
Esta vez, a pesar del agradable del viaje, la tensión estuvo siempre a nuestro lado. Se habla de tantas cosas que pasan en las carreteras que no pudimos disfrutar a plenitud el andar de aquí para allá. No pasó nada Gracias al Señor y a la pericia y cuidado de Jorge al manejar, pero el Jesús no lo quitamos de la boca y el pensamiento.
Gotiya, la amiguita que vive en el cerro ya no puede bajar al pueblo, y nosotros no podemos ya subir, así que no la vimos.
Doña Ramona está enfermita y sigue luchando por salir adelante.
Velia y Chava, como siempre nos atendieron con esmero en su casa metida entre la huerta donde abundan los árboles frutales y las maizales que nos regalan sabroso elotes.
Lupe sigue atendiendo el balnerario con su capacidad y su don de gentes, muy especial para nosotros que somos considerados, no sólo como clientes sino como amigos.
"El Toboyin" hijo de Velia, es ahora quien cuida por las noches el balneario y quien antes del amanecer nos acompañaba a las albercas a disfrutar de las saludables aguas termales.
Ya en el día sus cuatro hijos andaban con nosotros de aquí para allá.
Muchos presumen de sus vacaciones por lejanos países o por diferentes lugares, nosotros hemos disfrutado a placer de estos viajes a Chimulco, llevando un poco de ropa y juguetes a los niños de allá.
