Durante los últimos dos años he escuchado con gran frecuencia el interés de los partidos políticos y de muchos políticos de partidos el participar en las contiendas electorales se llevarán a cabo el próximo año. Sí, yo escribo fundamentalmente de economía, sin embargo, las malas decisiones que hemos hecho los electores de los candidatos a puestos públicos y los errores y malas políticas económicas y sociales que algunos de ellos han tomado le han costado mucho dinero y adeudo público al país. El "Plan Marshall" que financió la reconstrucción de Europa al finalizar la Segunda Guerra Mundial (1939-1945), costó entre 250 y 300 mil millones de dólares, cifra similar a lo ingresado por concepto de venta de petróleo durante los últimos diez años y México continúa con déficit de escuelas, hospitales, viviendas. ¿Dónde está ese dinero? No existe un verdadero plan nacional de desarrollo económico-social y ninguno de los partidos o precandidatos ha planteado alguna señal de por dónde van sus intenciones de servicio. Para gobernar un país de esta dimensión para lo que hay que tener muchas cualidades y virtudes además de honestidad, trabajo y vocación.
Para nuestro país se ven algunas tendencias en el futuro que incluirán no sólo en nuestro territorio sino también en nuestra zona de influencia que es América Latina. La primera es que la globalización es imparable y cada día crece más. La segunda indica que continuará la economía de mercado (oferta y demanda) con una mayor desconfianza y necesidad de una vigilancia (no participación), del gobierno. La tercera, que la productividad, la competitividad y el crecimiento cada vez están más vinculados a la innovación y cambios tecnológicos. La cuarta nos indica que durante el Siglo XX el mundo fue dominado e influido por el poder económico y bélico de Estados Unidos y que a pesar de sus problemas actuales de adeudo y gran gasto público su influencia seguirá imperando y cobrando fuerza horizontal con naciones emergentes que trabajan conjuntamente con su economía como lo es China. Países como México tenemos una relación y dependencia angustiosa pues el 80% de nuestras exportaciones van hacia allá y en cualquier momento las pueden limitar, afectando nuestro empleo y economía. La quinta tendencia es el cambio climático y las necesidades energéticas de 113 millones de pobladores que se requieren no sólo luz para sus casas sino hospitales, alumbrado público, transporte, industria, comercio, comunicaciones en general, etc.
Otras naciones han aprendido de los errores de su pasado, cuentan con reformas políticas, laborales, fiscales, sociales, energéticas, etc. Aquí no. Sabrán realmente que políticas erróneas tienen a poco más de la mitad del país en pobreza y desigualdad social. Entenderán los aspirantes que en realidad es difícil iniciar en nuestro país una empresa (chica, mediana, grande), y que el financiamiento para éstas es caro y escaso. Bueno, a los que desean competir y ganar la administración de México en el 2012 habrá que decirles muchas cosas que ignoran y recordarlas a ellos cuando no las lleven bien. ¿De verdad sabrán llevar a cabo y por buen camino a esta nación? El resultado de una buena administración pública debe ser una mejoría en la calidad de vida y la desaparición de la pobreza de sus ciudadanos.
Ahora que nuevamente no contamos con un Consejo Estatal Electoral vale la pena romper paradigmas (tabúes, costumbres, mitos, etc.), y aprovechar al Instituto Federal Electoral (I.F.E.), que sólo tiene elecciones cada tres años y cuenta con un presupuesto cada año (aunque no haya elecciones), el cual en este 2011 ascendió a más de 10,500 millones de pesos, para que organice, sancione y coordine los procesos estatales. Para qué tanto brinco estando el suelo tan parejo.
P.D. La política es la ciencia de lo bueno y de lo útil; el arte de establecer la justicia en el Estado. Platón.
