Don Frustracio, esposo de doña Frigidia, comentaba: "Encuentro cierto parecido entre el buen sexo y la langosta thermidor con guarnición de mamaliga rumana, espárragos alsacianos y caviar del Caspio. Ninguno de los dos los puedo tener en casa". (No le entendí). Decía un adolescente: "Empleo mucho tiempo en jugar juegos electrónicos y en leer la revista Playboy. Eso ha mejorado mucho mi coordinación entre los ojos y la mano". (Tampoco le entendí). Un comerciante le dice a otro: "Supe que tu tienda se incendió. ¿La tenías asegurada?". "¡Shhh! -le impone silencio el otro-. ¡El incendio es mañana!". Los pescadores, ya se sabe, son grandes mentirosos. (San Pedro era pescador, y cuando le preguntaron si era amigo de Jesús mintió treces veces para decir que no). Un pescador les dijo a sus amigos que había pescado un pez de 30 libras. "Para mi sorpresa -dijo-, el pez me habló, y me dijo que me concedería tres deseos si lo devolvía al agua. Yo le dije que lo devolvería se me otorgaba cinco deseos. El pez me contestó que sólo podría concederme tres. 'Está bien -le dije-. Ni tú ni yo. Concédeme cuatro deseos'. 'Imposible -respondió él-. Vuelvo a decirte que sólo puedo concederte tres'. Entonces yo le pedí que me hiciera joven otra vez, y guapo, e inmensamente rico". "¿Y qué sucedió?" -le preguntan los otros. Responde el pescador. "Nada. Pare entonces el pez ya había muerto. Cometí el error de regatearle mucho, y ningún pez aguante fuera del agua tanto tiempo". En muchos hogares mexicanos, y en muchos centros de trabajo, se cumplirá hoy la entrañable tradición de partir la rosca de Reyes. Existe la costumbre popular de poner en ella un muñequito. Quien lo encuentra en su porción de rosca adquiere la grata obligación de ofrecer un convivio a los demás invitados el 2 de febrero. Ese día llamado, de la Candelaria, es el de la Purificación de la Virgen, según el calendario judeocristiano, al cumplirse 40 del parto de María. Yo bien querría que hubiese una gran rosca nacional en cuyo interior, al ser compartida por todos los mexicanos, encontráramos esa paz que deriva de la justicia, de la recta aplicación de la ley, de la concordia y de la plena libertad. No podemos aspirar a esos bienes mientras exista en nuestro país el hondo abismo que divide a quienes todo lo tienen de aquellos que casi nada pueden conseguir, a veces ni siquiera lo necesario para la subsistencia diaria. Es necesario un cambio radical, y mientras llega -esperemos que por la vía pacífica- es urgente que los magnates del poder y del dinero vuelvan los ojos hacia los pobres de México, antes de que venga un gran estallido de irritación social que haga imposible que a ese cambio se llegue por el camino de la institucionalidad. No está de sobra recordar, si aludimos al pensamiento religioso en esta fecha, que antes de darse a conocer a los Reyes, o sea a los poderosos, el Dios que se hizo hombre se mostró a los pastores, vale decir a los más pobres... El predicador hablaba a los niños de cómo Dios se hizo hombre con la llegada de Jesús al mundo. Para saber si habían entendido la enseñanza preguntó a uno de ellos: "¿Verdad, Pepito, que Dios fue un hombre como yo?''. "Oh, no, señor -responde Pepito-. Él se portaba bien''... Babalucas se metió a ladrón, y junto con un compañero entró cierta noche en una relojería. Los dos empezaron a embolsarse relojes. "¿Qué haces allá? -le pregunta a Babalucas su cómplice-. De este lado están los relojes más finos''. "-Sí -replica Babalucas-. Pero éstos están en oferta''... El granjero vio que un cowboy había caído en un pantano. Ya nada más la cabeza le sobresalía del tremedal. "¡No te muevas! -le grita el granjero-. ¡Voy a traer la mula para sacarte!". "Traiga el tractor -le pide el vaquero-. Estoy montado en mi caballo"... Decía un tipo: "Dejé de ir a la peluquería porque el peluquero siempre hablaba a mis espaldas"... Susiflor, gran bolichista, dejó de pronto el juego del boliche, y lo cambió por una ocupación más entretenida: el sexo. Explicaba: "Acá las cosas pesan menos, y no tienes que llevar zapatos especiales"... FIN.