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DE POLÍTICA Y COSAS PEORES

ARMANDO CAMORRA

El nuevo mesero, Babalucas, se veía muy apurado. "¿Qué te pasa?" -le pregunta el dueño del restorán. Responde Babalucas: "Un cliente ordenó algo muy difícil. Me pidió que le llevara una trucha con un limón en la boca y un rábano en la cola". "Y ¿qué tiene eso de difícil?" -se extraña el hombre. Contesta el tonto roque: "El limón lo puedo sostener, pero al caminar se me cae el rábano"... Don Algón le preguntó a la curvilínea chica que aspiraba al puesto de su secretaria: "¿Qué sabe usted hacer, señorita Rosibel?". Pregunta a su vez ella con sonrisa sugestiva: "¿En la oficina o fuera de ella?"... Decía una señora: "Cuando nos invitan a una comida, mi marido habla hasta que le duelen los tobillos". "¿Los tobillos?" -se extrañó alguien. "Sí -explica la señora-. Es que empiezo a darle patadas por abajo de la mesa"... Proclamaba un individuo jactancioso: "Soy de Texas, el lugar donde los hombres son hombres y las mujeres son mujeres". Se interesa una chica. "Y ¿en cuál lado lograste acomodarte?"... Se casó Avaricio, sujeto cicatero con fama de agarrado. Al mes de casados las amigas de la flamante desposada le preguntaron: "¿Qué tal te ha ido con tu esposo? ¿No te regatea la comida?". Responde ella: "La semana pasada comimos pollo tres veces; volvimos a comer pollo tres veces la semana pasada, y hemos comido pollo dos veces esta semana". Comenta una: "Entonces no es tan agarrado como dicen". Contesta la recién casada: "Es el mismo pollo"... Una señora le dice a su amiga, joven mujer que se iba a casar y no quería tener familia pronto: "Lo mejor para no embarazarte es untarte el cuerpo con aceite de oliva antes de hacer el amor". "¿Funciona eso como anticonceptivo?" -se sorprende la otra. "Sí -contesta la muchacha-. Se resbalan"... Le preguntan sus amigos a un señor: "¿Qué tal cocina tu mujer?". "Les diré -responde él-. Hace un platillo al horno. Ese platillo va envuelto en papel aluminio. Cuando termina de hacerlo quita el papel aluminio y lo echa en el bote de la basura. Pues bien: en ese momento está tirando lo mejor del platillo"... Al comenzar la noche de bodas le dice con solemnidad la novia a su flamante maridito: "El momento ha llegado, Vehementino: voy a hacerte entrega de la impoluta gala de mi femineidad". "Te lo agradezco -responde él-. Pero, la verdad, yo esperaba que me dieras otra cosa"... Llegó el encargado del censo a una granja, y no encontró sino a un pequeño niño. "¿Cuántas personas viven aquí? -le pregunta al chiquillo el funcionario. Responde el muchachito: "Cuatro: mi papá, mi mamá, mi hermana y yo". "¿Dónde está tu papá?" -pregunta el empleado. Contesta el niño: "Debe haber ido a pescar. No veo sus botas de agua, y no anda regando". "Y tu mamá ¿dónde está?" -quiere saber el del censo. "Seguramente fue al pueblo -le informa el pequeñín-. No está su camioneta, y no les anda llevando forraje a las vacas". Pregunta el visitante: "Y ¿dónde está tu hermana?". Responde el chiquillo: "Ha de estar en el granero, con su novio. Solamente hay dos cosas que le gusta hacer, y la tele está apagada"... Chang y Eng eran hermanos siameses. Una mañana Chang le pregunta a Eng con tono de reproche: "¿Qué hiciste anoche? Me siento muy cansado"... Regresaron los novios de su luna de miel. La primera mañana en su nidito de amor, él le llevó a ella el desayuno a la cama. Le puso en una charola un jugo de naranja; el café; dos huevos fritos con tocino; el vaso de leche; pan tostado y pan de dulce; un florerito con un clavel y el periódico del día. Ella dio buena cuenta de aquello. Al final le pregunta con dulce voz el maridito: "¿Te gustó lo que te traje, vida mía?". "Sí, mi amor" -responde la muchacha. Entonces él cambia el tono de amor por otro de mando: "Bien. Exactamente así quiero que me traigas el desayuno a la cama todos los días a partir de mañana"... Dulcilí, romántica muchacha, le dice a su galán: "¡Me gustaría poner una luz en tu vida, Volupticio!". Sugiere él: "Entonces vámonos a lo oscurito"... El lord inglés andaba algo achispado por las frecuentes visitas a la botella de whiskey. Le presentan a una muchacha cuyo escote dejaba ver la rotundidad de sus muníficos encantos pectorales. "Beso a usted las manos, hermosa señorita" -le dice con tartajosa voz el lord. Y luego añade: "Claro, como segunda opción"... FIN.

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