El tímido muchacho llevó a su dulcinea a un romántico sitio en las afueras de la ciudad, llamado por las parejas de novios "El Ensalivadero". En el automóvil le dio a la coqueta chica unos besitos en la mejilla, y le dijo poéticamente: "Son unas cucharaditas de amor''. Pregunta ella con impaciencia: "¿Te pasa algo en la pala?''... El abuelo daba consejos a su nieto adolescente. Le dice: "Seguramente habrás oído aquello de: 'Vino, mujeres y canto'. No cometas el mismo error que yo. Tú concéntrate en las mujeres. Ya de viejo podrás beber y cantar todo lo que quieras"... Después de la parranda del viernes Empédocles se levantó penosamente a desayunar. "¿Cómo quieres los huevos? -le pregunta su esposa ásperamente-. ¿Fritos, revueltos o intravenosos?"... "Voy a combatir a los infieles" -le anunció sir Lancelot a lady Guinivere al irse a las Cruzadas. Cuando regresó encontró a su esposa en brazos de Manrico, un trovador llegado de Provenza. "¡Infiel hetaira! -prorrumpió sir Lancelot sacando su luciente espada-. ¡Vulpeja inverecunda! ¡Ruin mujer!". "Un momento -lo detiene Guinivere-. Tú dijiste que ibas a combatir a los infieles. De las infieles no dijiste nada"... El beisbol es rico en anécdotas. Allá por los años cuarenta jugaban los Gigantes de Nueva York en un estadio que no tenía alumbrado. Había caído la tarde, y ya no se veía bien. El pitcher de los Gigantes, que iban ganando el juego, le pidió al ampayer que suspendiera el partido, pero éste se negó. Dijo que aún había condiciones para que los equipos siguieran jugando. El catcher del equipo de Nueva York fue entonces al montículo y le dijo a su pitcher que hiciera los movimientos de lanzar la pelota, pero que la retuviera en su mano. Así lo hizo el lanzador. Fingió que hacía el lanzamiento. El catcher golpeó con el puño su guante, simulando el golpe de la pelota. "Strike one!" -decretó el ampayer. "¡Estás loco! -protestó con enojo el bateador-. ¡Esa pelota pasó a medio metro de aquí!". En el beisbol, cuando entra un pitcher relevista, las carreras hechas por los jugadores que el lanzador saliente dejó en las bases se le anotan a éste, y no a quien lo relevó. En igual forma, es obvio que la derrota del PRI en Guerrero se ha de achacar a la dirigencia que todavía está a cargo del partido, y no a la que apenas va a entrar. Y lo mismo en el caso de la ya inminente elección en Baja California Sur. El vencimiento priista en Guerrero es atribuido principalmente a Manlio Fabio Beltrones, quien se habría obstinado en imponer a su protegido Añorve desde el centro, sin considerar la popularidad local de Aguirre. Este señor, priista de siempre, fue adoptado por el PRD como su candidato, y al final se alzó con el triunfo. Las decisiones centralistas a la vieja usanza no son ya convenientes. Las cosas van ahora desde la periferia al centro, y no a la inversa. Aquel tipo se pasaba todo el tiempo viendo en la tele partidos de futbol. Un día su señora se le presentó cubierta sólo por un ligero negligé. Dice el esposo casi sin apartar la vista del televisor: "Veo que te compraste un negligé gris". "No es gris -responde la señora-. Es transparente. Lo que ves son telarañas". Con ceñudo gesto le preguntó doña Gorgona al pretendiente de su hija: "¿De modo que quiere usted ser mi yerno, jovencito?''. "Realmente no, señora -responde el galancete-. Pero si me caso con su hija no veo la manera de evitarlo''... Salesio ganó el primer lugar en ventas casa por casa de artículos para el hogar. "¿Cuál es el secreto de tu éxito?'' -quiso saber un compañero. "Uso una fórmula de cinco palabras, infalible -respondió Salesio-. Cuando la señora de la casa abre la puerta, le pregunto: "Perdone señorita: ¿está su mamá?''... Le dice un muchacho a otro: "Salí anoche con una muchacha, y la pasé muy bien. Tiene mucho sentido del humor''. Responde el otro, mohíno: "Yo salí con otra y la pasé muy mal. Tiene mucho sentido del honor''... Don Languidio leía un libro sobre Freud. Le comenta a su esposa: "Aquí dice que el sexo es la fuerza principal que impulsa al mundo". "Quizá -responde la señora con tono acre-. Pero tú ya no estás empujando nada".FIN.
