El recién casado salió del baño en la noche de bodas; se plantó ante el lecho donde lo aguardaba su flamante mujercita, y dejó caer la bata a sus pies con elegante ademán de seductor. De inmediato la muchacha se echó a llorar. "Pero, vidita -trató de consolarla él-. ¿Por qué lloras?''. "Anda, no me hagas caso -responde la chica entre sus lágrimas-. Tú sabes bien que yo lloro a la vista de cualquier insignificancia''... Cerca del muelle había una casa desafinada, es decir, de mala nota. En la puerta la dueña hizo poner este letrero: "Se dará un premio de 10 mil pesos al cliente que le haga el amor 10 veces seguidas a una de nuestras muchachas''. Atraído por el anuncio llegó un marinero que llevaba más de un año en alta mar. Se hizo acompañar por una chica y comenzó a hacerle vehementes demostraciones de encendida pasión. Una vez. Dos. Tres. Cuatro. Cinco. Seis. La dueña del establecimiento se alarmó. Cuando el tipo llegó a nueve veces la mujer, en un intento por no pagarle el premio, le dice: "Van ocho''. "No -dice el marino-. Van nueve''. "-Van ocho''. "Ya van nueve''. "Van ocho'' -insiste la mujer. "Está bien -cede con un suspiro el tipo-. Tendré que empezar otra vez desde el principio''... Con nostalgia recuerdo los mapas de México que en la escuela primaria nos mostraban nuestros maestros. En esas cartas geográficas aparecían los ríos, lagos y lagunas pintados de color azul celeste. En los actuales mapas deberían aparecer con tinta negra, así los hemos contaminado y llenado de basura. Algunos de esos depósitos o corrientes de agua ya ni siquiera existen. La mala obra del hombre los ha secado, y sus vasos o cauces están ahora vacíos. La naturaleza es generosa; nos brinda la riqueza de sus dones. Pero es también rencorosa y vengativa. Si algún mal le causamos nos lo devuelve multiplicado. Nadie puede atentar impunemente contra ella, ni en su propio cuerpo ni en ese gran cuerpo que la naturaleza es. Al salir de la clase de catecismo la niñita le pregunta a su tía Himenia, madura señorita soltera: "Tiita: ¿tú estuviste en el Arca de Noé cuando el Diluvio?''. "¡Naturalmente que no!'' -prorrumpe indignada la señorita. "¿Y entonces cómo no te ahogaste?'' vuelve a preguntar la niña... Llegó Babalucas en una preciosa bicicleta de mujer. "¿De quién es?'' -le preguntan sus amigos. "Mía'' -responde con orgullo el badulaque. "¿Y por qué de mujer?'' -se sorprenden los otros. "Les diré -contesta el tipo-. Anoche iba yo por el parque cuando vi que dos pandilleros asaltaban a una muchacha. Corrí a ayudarla y los puse en fuga. Ella, agradecida, me llevó tras unos arbustos. Recostándose en el pasto me dijo que podía tomar de ella lo que quisiera. Y yo me traje la bicicleta''... El jefe de la estación del tren se dirige a la muchacha de pomposo derriére, o séase de exuberante parte posterior, y le dice muy zalamero y obsequioso: "Señorita, le tengo una buena noticia: los ferrocarrileros hemos acordado darle el título de 'Señorita Cabús 2011''... Dos amigas se encontraron frente a una casa de bolsa después de mucho tiempo de no verse. Una se miraba muy próspera: vestía lujosamente; traía coche del año. "¿De qué vives?'' -le pregunta la otra. "-De mis acciones'' -responde la muchacha. "Me gustaría cenar contigo a la noche'' -propone la amiga. "No puedo, -se disculpa la chica-. Precisamente hoy en la noche tengo acción''... Por enésima ocasión Empédocles Etílez llegó a su casa bastante ebrio. Su mujer le gritó hecha una furia: ¿Cuántas veces te he dicho que no llegues así?''. "No sé, viejita -contesta humildemente el borrachín-. No sabía que tenía que llevar la cuenta''... Al comenzar la noche de bodas el novio le dice apasionadamente a su linda mujercita: "¡Te adoro, Susiflor! ¡Adoro tu pelo, tu frente, tus ojos, tus mejillas, tus labios, tu cuello...''. "Mira, Verbilio -le dice impaciente la muchacha-. Haz lo que tienes que hacer, y deja para después el inventario''... FIN.