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DE POLÍTICA Y COSAS PEORES

ARMANDO CAMORRA

Le dice un tipo a otro: "Ya no podré ver a la cara a mi novia". Pregunta el amigo: "Pues ¿qué hiciste?". "Yo nada -responde el tipo-. Pero ella se hizo una operación para agrandarse las bubis"... Comentaba un señor: "Mi esposa y yo la pasamos muy bien. Salimos tres noches por semana. Ella sale los lunes, miércoles y viernes, y yo los martes, jueves y sábados"... El médico le informó a su paciente: "Tiene usted tisis galopante. Tómese una de estas pastillas cada 20 kilómetros"... La maternidad es una realidad evidente; la paternidad es sólo una posibilidad. El señor y la señora se iban a divorciar, y acordaron dividirse todo por mitad. Había un problema, sin embargo: tenían tres hijos. ¿Cómo dividirlos? El juez de lo familiar les sugirió: "Antes de divorciarse tengan otro hijo. Así cada uno podrá llevarse dos". "Otro hijo, otro hijo -repite con voz de burla la mujer-. ¡De no ser por el vecino ni siquiera tendríamos estos tres!"... La consulta efectuada en el estado de México para conocer la opinión de los ciudadanos sobre una eventual alianza PAN-PRD fue un buen ejercicio de participación cívica. Siento -en el sentido de creer y en el sentido también de lamentar- que quienes concurrieron a esa especie de plebiscito votaron en el aire, y así la opinión que manifestaron está en riesgo de que se la lleve el viento. Actuaron bien al expresar mediante el voto su pensamiento, pero los partidos políticos raras veces suelen estar a la altura de los ciudadanos, y todas las evidencias muestran que si esa alianza se consuma llegará débil al proceso electoral. En efecto, no hay entre perredistas y panistas acuerdos claros sobre la coligación, ni sobre el candidato que la abanderaría. Por otro lado hay desacuerdo grave en la dirigencia del PRD sobre la alianza, para no hablar de la radical oposición que acerca de ella ha planteado en forma tesonera López Obrador, y con él su candidato Encinas. Mejor irían las cosas para la democracia, y más claras, si las tres principales fuerzas políticas en la entidad mexiquense presentaran cada una su candidato. La proporción de votos con que tradicionalmente cuentan el PAN, el PRI y el PRD en el estado de México se ha dividido entre ellos, en otras ocasiones, en forma muy equilibrada. Así, la contienda que viene sería también más pareja, y por lo tanto más democrática. En cambio, dividida la oposición de izquierda, y sin fuerza, como se mira ahora, la del PAN, los resultados son más previsibles. Y no es deseable que en la actual etapa democrática que vive México los resultados sean demasiado previsibles, pues eso implica un retorno a los tiempos pretéritos. No creo que el copretérito o el pospretérito tengan inconveniente en esto, pero ¿qué dirá el futuro?... Babalucas y su amigo Boborrón fueron a cazar patos, y alquilaron para el caso un par de perros. Llevaban ya seis horas de fatigas, y no habían conseguido cazar un solo pato. Le dice Babalucas a su amigo: "¿Sabes qué? Se me hace que no estamos aventando los perros lo suficientemente alto"... Dos turistas norteamericanos llegaron a Parangaricutirimícuaro. Entraron en una pequeña fonda, ordenaron unos tacos de carnitas, y le pidieron al propietario: "¿Poder usted pronunciar para nosotros, muy despacio, el nombre del lugar donde nos encontramos?". "Cómo no, mister -respondió de buen grado el sujeto-. 'T-a-c-o-s E-l C-u-i-n-o'"... Le contaba una señora a su vecina: "Normalmente nunca leo los mensajes que recibe mi marido, pero éste sí lo leí porque decía: 'Personal'"... Cayó una ratoncita en una barrica de vino. Con angustia gritó pidiendo auxilio. Acudió el gato y le dijo: "Te salvaré a condición de que me permitas satisfacer en ti mis no olvidados selváticos instintos". Gimió la ratoncita: "¡Está bien, pero sálvame! ¡Antes que perecer ahogada prefiero ser objeto de tus no olvidados selváticos instintos!". El gato entonces sacó a la ratoncita del barril. Pero, apenas se vio afuera la pícara roedora echó a correr, y se metió en su agujerito. "¡Eso no es justo! -reclamó el minino con dolorida voz-. ¡Me prometiste que si te salvaba dejarías que ejercitara en ti mis no olvidados selváticos instintos!". "Sí prometí -admite la ratoncita-. Pero es que andaba muy pedilla" (sic)... FIN.

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