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DE POLÍTICA Y COSAS PEORES

ARMANDO CAMORRA

"Mi marido tiene algo que mide seis pulgadas, y que me gusta mucho". Así les dijo doña Avidia a sus amigas. "¿Qué es, qué es?" -preguntaron ellas con pícara curiosidad. Contestó doña Avidia: "Billetes"... Don Chinguetas, esposo de doña Macalota, comentó en una fiesta: "Cuando mi mujer y yo vamos al centro comercial, siempre la llevo de la mano". Exclama con emoción una invitada: "¡Como si fueran novios!". "No -aclara don Chinguetas-. Es que si la suelto se mete en todas las tiendas a comprar"... Don Frustracio, el marido de doña Frigidia, les contó a sus amigos: "Anoche mi esposa y yo hicimos el amor, y pienso que ella tuvo un orgasmo". Le pregunta uno de los amigos: ¿Por qué supones eso?". Contesta don Frustracio: "Porque cuando lo estábamos haciendo ella dijo: "Y ahora discúlpame, amiga. Tengo que colgar el teléfono porque creo que estoy empezando a sentir algo"... Solicia Sinpitier, madura señorita soltera, fue a la oficina de Correos, y vio ahí un cartel en que se mostraban los rostros de los delincuentes más buscados. Por uno de ellos, hombre joven y guapo, la autoridad ofrecía una recompensa de mil dólares. Al pie de la fotografía la señorita Sinpitier escribió de su puño y letra estas palabras: "Ofrezco 100 dólares más que la Policía"... El pordiosero tocó el timbre, y abrió la puerta una señora de buenas prendas posteriores y anteriores. Ve al pedigüeño y le pregunta: "¿Qué necesita usted, buen hombre?". Responde el indigente: "Señora: sus vecinas me han dado dinero, ropa o comida; pero en su caso creo que podría darme otra cosa"... La mamá le dice a su hijo casado: "Deberías vigilar más a tu mujer, Hornacio. Todos en la colonia dicen que te pone los cuernos". Responde el tipo: "Muuurmuraciones de la gente, madre; muuurmuraciones"... Si contamos las vacaciones de Navidad, más verano, más fiestas varias, más puentes, más Semana Santa, nuestros diputados (y no hablemos ya de nuestros senadores) trabajan más bien poco. Y tal como está la situación en nuestro país, no estaría de más el recordarles de dónde salen sus sueldos, dietas y demás ingresos, y exigirles una productividad (¿conocen todos de verdad el significado real de ese vital concepto?) para ser ejemplo y aportar soluciones a un país en crisis de todo tipo. ¿O es que para ellos no hay nada que reformar o mejorar? Una sola cosa me faltó ponerle al párrafo anterior: comillas. El texto que reproduje es la carta que un lector español envió al periódico El País a fines del pasado mes de abril. Como se ve, en todas partes se cuecen habas, y la llamada clase política es igual aquí y en China. Y en España... El marido y la señora tuvieron su enésimo pleito conyugal. Él tomó su ropa y demás cosas y se mudó a la cochera. Los vecinos se asombraban al verlo viviendo ahí. Él seguía ayudando en la casa: podaba el pasto del jardín; hacía pequeñas reparaciones; lavaba su coche y el de su mujer. En correspondencia ella le llevaba de comer a la cochera; se encargaba de tenerle la ropa en orden, y aun de vez en cuando le hacía una que otra visita conyugal. Los vecinos, viendo cómo estaban las cosas, y que la pareja no se divorciaba, le preguntaban al señor por qué no volvía a la casa a vivir con su mujer. Respondía él: "Porque como esposa es pésima, pero como vecina es excelente". (Recordemos aquella lápida mortuoria de la que hablé una vez: "Aquí yace doña Fulana de Tal. Hija ejemplar. Madre excelente. Esposa regular")... Pepito estaba portándose muy mal en la clase de piano. Le advierte miss Beyer, la maestra: "Si no dejas de hacer travesuras les diré a tus papás que tienes verdadero talento para el piano"... Terminada la luna de miel los recién casados llegaron a su nidito de amor. En la entrada la muchacha le dice a su flamante marido: "Mi amor, en una casa hay tres habitaciones de importancia: la recámara, la cocina y la sala. En la sala se hacen las reuniones sociales; en la cocina se hace la comida, y en la recámara se hace el amor. Dime en cuál de esas tres habitaciones quieres que sea buena. Y escoge una sola; no me pidas que sea buena en las tres"... FIN.

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