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DE POLÍTICA Y COSAS PEORES

ARMANDO CAMORRA

Le dice un hombre a su esposa: "No tenemos dinero para cubrir todo lo que debemos. ¿A quién le pago? ¿A la compañía de luz o al médico?". "A la compañía de luz -responde la señora sin vacilación-. El médico no te puede apagar nada"... Doña Panoplia de Altopedo, dama de la mejor sociedad, estaba muy orgullosa porque en el jardín de su casa había hecho construir una pérgola, especie de pequeño kiosko con plantas. Se preocupó, sin embargo, cuando vio ahí a su hija muy amartelada con el novio. "¡Susiflor! -la llamó- ¿Estás besando a Libidiano en la pérgola?". "¡Cómo crees, mamá! -exclama Susiflor-. ¡Lo estoy besando solamente en los labios!"... El atractivo, pero tímido muchacho le dice en su automóvil a la avispada chica: "Rosibel: tú sabes que soy muy corto, y necesito que me ayudes. Si estás dispuesta a permitirme que te tome una mano, mírame. Si quieres dejarme que te dé un beso, sonríe". Entonces ella mira al muchacho, le sonríe y luego prorrumpe en una formidable y estrepitosa carcajada... El ranchero se presenta muy enojado con el señor cura: "¡Oígame, padre! -le reclama-. ¡Usted le ha dado malos consejos a mi hijo! ¡Por su culpa ahora no quiere trabajar!". El padrecito se queda estupefacto, "No recuerdo haberle dicho nada malo -protesta-. Y no sé por qué no quiere trabajar". "Sí -insiste el silvestre individuo-. Usted le enseñó el refrán: 'Dime con quién andas y te diré quién eres'. ¡Ahora el muchacho no quiere ir a arar con los bueyes!".... Dos tipos se encontraron en la puerta del Cielo. "¿De qué moriste?" -pregunta uno al otro. "Me asfixié dentro de una caja fuerte" -responde el otro. "Extraña muerte -comenta el primero-. La mía también fue muy rara: morí de un ataque de felicidad". "¿De un ataque de felicidad? -se sorprende el otro-. ¿Cómo?". "Sí -explica el tipo-. Me dijeron que mi esposa Facilisa estaba en mi casa con otro hombre. Fui; abrí las recámaras; abrí los clósets; abrí el baño, y no encontré a nadie. Eso me dio tanta alegría que morí de un síncope". "¡Idiota! -bufa el otro sujeto-. ¡Si hubieras abierto la caja fuerte ninguno de los dos estaríamos aquí!"... La división de poderes en un gobierno democrático es un un sabio mecanismo cuyo fin es evitar que uno de los poderes se imponga sobre los demás. En nuestro país esa eventualidad se da exclusivamente entre el Poder Ejecutivo y el Legislativo. Sólo que aquí la división de poderes no ha servido para crear un equilibrio mediante el sistema de frenos y contrapesos. Durante la prolongada dominación del PRI el Ejecutivo se impuso siempre sobre el Legislativo. Los diputados y senadores eran dóciles y sumisos instrumentos de la voluntad presidencial. Ahora, en cambio, la figura del presidente está minimizada. Los pugnaces diputados y altaneros senadores anulan las iniciativas presidenciales, y hacen de ellas letra muerta. Antes no se movía la hoja de un árbol si no lo autorizaba el presidente en turno. Ahora ninguna hoja se mueve; todo está paralizado en el país por causa de esa falta de colaboración entre los poderes. Es cierto: un presidencialismo a ultranza puede llevar al autoritarismo; pero un sistema parlamentario anárquico lleva por fuerza a la inmovilidad. En ésas andamos ahora, y se acentúa el atraso de México en todos los órdenes. En fin, ya que no podemos cambiar de sistema cambiemos de conversación.Tetonina Dobledé, muchacha de generoso busto, iba en el atestado elevador. Un maduro caballero se vuelve hacia ella y le dice disgustado: "Señorita, no empuje por favor". "No voy empujando -se defiende la muchacha-. Voy respirando".... Y para concluir, un deplorable chiste de Babalucas. Era comerciante en muebles, e hizo un viaje a Europa. De regreso le contó a un amigo: "Vengo sorprendido de lo inteligentes que son las europeas. En un bar conocí a una chica. Como no hablo ningún idioma aparte del mío le dibujé una copa a fin de darle a entender que la invitaba a tomar una. Ella movió la cabeza para decir que sí. Tomamos la copa, y luego le dibujé un plato con comida, para invitarla a cenar. Ella también aceptó. Después que cenamos ella tomó el papel y la pluma y me demostró que ya había adivinado que soy mueblero. En seguida me despedí de ella". Pregunta el amigo: "¿Cómo te demostró que eres mueblero?". Explica Babalucas: "Me dibujó una cama"....FIN.

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