"Estoy muy preocupado -les dijo lord Grandgluteus a sus amigos en el club-. A mi hijo le ha dado por tener amoríos con la servidumbre". "Vamos, vamos, old chap -lo tranquilizó uno de los amigos-. Todos tuvimos alguna vez amoríos con las mucamas". "Sí -responde lord Grandgluteus-. Pero mi hijo tiene sus amoríos con el chofer, con el jardinero, con el mayordomo... ". El borrachín del pueblo agonizaba en el hospital de pobres víctima de sus excesos. Un sacerdote acudió a impartirle los últimos auxilios de la religión. "Dime, Astatrasio -le pregunta-. ¿Renuncias a Satanás?". "No, padre -responde el borrachín-. En el estado en que me encuentro no creo conveniente indisponerme con nadie"... Don Algón, ejecutivo de empresa, salió en la madrugada su casa, pues iba al aeropuerto a tomar un vuelo piyamero, o sea de esos que salen muy temprano. Apenas había manejado unos minutos cuando se percató de que había olvidado su portafolios. Regresó a la casa y subió a la recámara por él. Al pasar frente al baño vio a su mujer, sin ropa, pesándose en la báscula. "¿Cuántos hoy, nena?" -le preguntó al tiempo en que le daba una cariñosa palmadita en el trasero. "Los de siempre -respondió ella sin volver la vista-. Tres litros"... Se casó Simpliciano, joven inocente, con Pirulina, fémina avispada. El primer día en su casa, después de la luna de miel, la recién casada se levantó muy tempranito, fue a la cocina y regresó a la alcoba trayéndole a su marido un delicioso almuerzo. Feliz de la vida, Simpliciano desayunó en la cama. Al terminar, Pirulina le retiró amablemente la charola, y luego le preguntó: "¿Te gustó el desayuno, mi vida? ¿Te gustaron los huevitos tibios tres minutos, el pan ligeramente tostado, la mantequilla suavecita, la mermelada de fresa, la leche bien fría y el café bien cargado y muy caliente?''. "Sí, mi amor -responde Simpliciano, halagado-. Todo me gustó mucho''. "Perfecto -dice entonces Pirulina cambiando súbitamente de expresión-. Así quiero que me traigas todos los días el desayuno a partir de mañana''... España tiene ahora un gobierno de derecha. Los españoles, que habían virado hacia la izquierda, reprobaron en las urnas los errores que condujeron a la grave crisis económica que su país afronta ahora, y eligieron a un conservador cuyo gabinete está formado en su mayoría por tecnócratas. Me pregunto si aquí el cambio se dará a la inversa. Dos sucesivos gobiernos de derecha han llevado a México a la peor situación que ha vivido en muchos años. Ciertamente el mayor problema que afrontamos no es de macroeconomía. Aun los más feroces críticos de Fox y Calderón habrán de reconocer que la crisis económica global no nos ha golpeado con la fuerza con que a otros países ha golpeado. Pero tampoco es posible negar que el índice de pobreza y la tasa de desempleo han crecido considerablemente bajo esos dos regímenes panistas, y que la violencia desatada en el sexenio de Calderón tiene sumido a México en la inseguridad y el miedo. Eso podría llevar a muchos electores a dar su voto a la izquierda. Tal posibilidad se fortalece por el hecho de que el actual Presidente se obstina en hacer la guerra al PRI, pese a la circunstancia de que sólo con ayuda de ese partido pudo asumir la Presidencia, siquiera fuese entrando por la puerta de atrás. Tal se diría que Calderón no quiere pasar a la historia como el hombre que propició el regreso de los priistas al poder, y que preferiría entregar la banda presidencial a su mayor enemigo, López Obrador, antes que a Enrique Peña Nieto. Con actitudes como la que asumió en el caso de Michoacán el derechista Felipe Calderón le engorda el caldo a la izquierda, pues los votos que el PRI pueda perder por los manejos hechos desde la Presidencia no irán a dar al PAN, sino a la alianza de partidos de izquierda -o de supuesta izquierda- que postulan a López Obrador. Pero así es la política: un juego que nadie entiende, y quizá menos que nadie los políticos. ¡Pasado mañana! ¡Sí, pasado mañana aparecerá aquí "El Chiste más Pelado del Año"! Lo leerá doña Tebaida Tridua, presidenta ad vitam interina de la Pía Sociedad de Sociedades Pías, y de seguro sufrirá un patatús que la tendrá postrada por lo menos hasta el 2 de febrero, día de la Candelaria. ¡No se pierdan mis cuatro lectores ese execrable chascarrillo!... A aquel tipo le decían "El Rápido''. Cierto día le hizo una proposición indecorosa a una muchacha, y antes de que ella pudiera decir que no era de esa clase de chicas, ya lo era... FIN.
