Esta es la primera columna de la primavera y eso me pone particularmente feliz. Primero, porque el calorcito nos pone a todos de buenas, ¿no? Nosotras, porque podemos usar menos ropa que en el invierno y los hombres, porque empiezan a ver falditas y escotes a su paso. Debo confesar que soy tan pésima en cuestiones de moda, que me pongo lo mismo en cualquier época del año. Pero hay mujeres que en cuanto ven marzo en el calendario, sacan la artillería pesada.
Francamente, a mí lo que más me alegra es que arrancan las bodas. Aunque, lo siento por todas las pobres e ilusionadas novias que se casarán éste año, porque se verán irremediablemente opacadas por la más famosa de 2011, la futura princesa Kate Middleton. Que también debo decir que, según los expertos, su unión con el Príncipe Guillermo de Inglaterra está condenada a fracasar máximo en 7 años.
Lo anterior lo acabo de leer en la página 3 de una revista de colección que me tiene fascinada y cuyo título es “Royal Scandals and Shockers”. La conseguí el fin de semana en una librería de Miami y es una edición preciosa con más de 250 fotografías y datos reveladores sobre “muerte, locura, mentiras, engaños, trampas y más” de la familia de la Reina Isabel. ¡Uf, qué maravilla! Ya saben que soy una columnista de felicidad natural.
Es que cuando te enteras de las radiaciones en Japón, la situación del mundo árabe o, para acabar pronto, de la llegada de Paris Hilton a México, piensas que nos queda poco tiempo de vida y hay que disfrutarlo mejor. Y no es que sea fatalista, pero, últimamente no le encuentro sentido al sufrimiento gratuito.
Por ejemplo, que quieres relajarte, te metes al cine y ¿qué encuentras? Amplia variedad de tristezas: la historia de un hombre que tiene un accidente y le roban la identidad, o la de un niño que es abandonado a su suerte por una madre drogadicta, o los peligros que corre una señora agente secreta de la CIA, o un churrazo protagonizado por Harrison Ford y Diane Keaton sobre un programa de televisión matutino. Que ésta última, llamada Un Despertar Glorioso te deja un mensaje de aliento: todos nos equivocamos y los figurones también hacen porquerías. O sea, que ves como la gran Diane Keaton aceptó hacer una película de cuarta y, entonces, ya no te sientes tan mal por tu último proyecto.
Pero a lo que iba es que, por suerte, encontré una película perfecta para mi nueva actitud de vida: Salvando al Soldado Pérez. Es tan divertida, muy bien realizada, actuada perfecto, con ocurrencias geniales, gran fotografía y un mensaje simple, pero cierto, amoroso y contundente: la familia es primero. ¡Me encantó!
Los detractores dirán que tiene un par de escenas que parecen salidas de un programa de Chespirito. Pues tienen mucha razón, pero como también amamos a Chespirito... ¿cuál es el problema?
Personalmente, prefiero dejar mi dinero en la taquilla de una película mexicana simple y con gran sentido del humor, que en una gringada pésima. Ahora que si la podemos acompañar de un buen combo “el 2012 se acerca”, que incluye palomitas, refresco, hot dog, nachos con extra queso, smoothie de chamoy y gaznate... ¡mucho mejor!