El presidente de Nigeria, Goodluck Jonathan, declaró hoy el estado de emergencia en el norte del país y el cierre temporal de una parte de la frontera, poco después de prometer 'aplastar' al grupo islámico Boko Haram.
'En el ejercicio de los poderes conferidos, he declarado el estado de emergencia en las siguientes zonas de la federación', dijo Jonathan en un mensaje a la nación difundida por la televisión estatal, antes de enumerar la lista de los gobiernos locales afectados por el decreto.
'El cierre temporal de nuestras fronteras en las áreas afectadas es sólo una medida provisional tomada para enfrentar los desafíos de seguridad y serán reabiertas tan pronto como la normalidad sea restaurada', explicó.
Precisó que ordenó el cierre de las fronteras terrestres de las áreas afectadas porque 'los terroristas se han aprovechado de la situación actual para atacar objetivos en Nigeria y se han retirado más allá del alcance de nuestras fuerzas del orden'.
El estado de emergencia fue declarado horas después de que el mandatario prometió que su gobierno va a 'aplastar' al grupo islámico Boko Haram, autor de la ola de atentados contra varias iglesias cristianas el Día de Navidad, reportó el diario nigeriano Sunday Trust.
Durante una visita esta mañana a la iglesia de Santa Teresa, en Madalla, a las afueras de Abuja, blanco de uno de esos atentados, Jonathan ofreció sus condolencias a los familiares de las víctimas, prometió proteger a los nigerianos y amenazó con 'aplastar a los terroristas'.
Jonathan, que ha sido criticado por su lenta respuesta a los atentados, prometió que su gobierno combatirá a Boko Haram y exhortó a los países vecinos a cooperar con Nigeria en la lucha contra el terrorismo.
El grupo islámico Boko Haram, cuyo nombre significa 'La educación no islámica es pecado', reivindicó la ola atentados contra iglesias católicas en Nigeria durante la celebración de la Navidad cristiana, que dejaron al menos 42 muertos y decenas de heridos.
El gobierno nigeriano considera que Boko Haram, la cual rechaza la educación de corte Occidental, intenta imponer la ley islámica en este Estado, el más poblado de Africa, con una población de alrededor de 160 millones de habitantes.
