Déjame entrar: excelente remake

1983. Los Álamos, Nuevo México. Este invierno es muy duro para Owen (Kody Smit-McPhee), un niño de 12 años a quien otros niños molestan en la escuela. Owen vive en un departamento con su recién divorciada madre y rara vez socializa. Al departamento vecino se muda Ali (Chloe Grace Moretz), también de 12 años, quien es acompañada por su padre (Richard Jenkins). La primera ocasión que los niños dialogan, Ali le advierte: “No puedo ser tu amiga”. A pesar de ello, poco a poco conviven más y Owen se siente atraído hacia su misteriosa vecina. Mientras, un detective (Elias Koteas) investiga algunos crímenes sangrientos ocurridos recientemente en el área…

TENGO HAMBRE

En 2008 la película sueca “Déjame Entrar” (“Let the Right One In”) fue aclamada por la crítica internacional y obtuvo una taquilla favorable. “Déjame Entrar” llamó la atención de un equipo norteamericano de productores, a quienes ya les había interesado la novela homónima debut del sueco John Ajvide Lindqvist, publicada desde 2004. Sin embargo, los derechos para hacer el remake se adquirieron luego de que la “Déjame Entrar” tuvo su premier en Nueva York, en el Tribeca Film Festival. Originalmente se le ofreció a su director -el sueco Tomas Alfredson- la dirección del remake, pero declinó la propuesta. Matt Reeves (“Cloverfield”) fue contratado.

LA MISMA SANGRE

Matt Reeves realizó una proeza interesante: realizar un remake que conserva la esencia tanto de la novela como del filme originales. Ciertamente el libro incluye muchos elementos que no llegaron a la pantalla grande, y la versión de Reeves simplifica algunas líneas de la historia (la verdadera sexualidad de Abby, por ejemplo), pero en todo momento conserva el tono melancólico y romántico de la historia. El amor entre vampiros y humanos ha sido explorado en otros filmes (La saga “Crepúsculo”, por ejemplo, gira alrededor de este concepto), y ya habíamos visto a una niña chupa sangre en “Entrevista con el Vampiro”, de Neil Jordan. Sin embargo, “Déjame Entrar” va más allá.

CLAVE MORSE Y VOYEURISMO

Con grandes actuaciones de los niños protagonistas, “Déjame Entrar” (simplificada a “Let Me In”, 2010) nos presenta una intensa y sangrienta historia de amor. Nada es fácil en el filme, cuyos personajes son complejos pero sutilmente presentados. Así, Owen es un introvertido voyeurista con grandes cantidades de furia reprimida. Abby es una niña vampiro que debe balancear la propia supervivencia con el daño que ocasiona a quienes tiene cerca, en particular a su padre proveedor de sangre y a su nuevo amigo. Divorcio, abuso infantil insinuado, niños que molestan a otros niños… “Déjame Entrar” es el excelente remake de la mejor película de vampiros que he visto. Punto.