Durante sus primeros ocho años de vida, los niños pobres carecen de una alimentación sana.
En este lapso, los menores pasan de la desnutrición a la malnutrición por exceso de calorías reporta un estudio que realizan investigadores del Instituto Nacional de Nutrición Salvador Zubirán.
"En investigación de campo hemos encontrado un deterioro gravísimo de la alimentación de los más pobres. Un niño desnutrido de dos años pasa a ser un niño obeso a los 8 años", advirtió Abelardo Ávila, autor del estudio y especialista en nutrición en las comunidades rurales más pobres del País.
Ávila lo atribuye a la falta de acceso a alimentos de calidad, al poco impacto de los programas sociales y a la modificación de patrones de consumo producto de la migración.
El aumento de la canasta básica fue de 33 por ciento entre el 2005 y 2010, en las comunidades rurales hay poco acceso a frutas y verduras y los alimentos "chatarra" se han sumado a la dieta, detalla.
Sobre el poco impacto de los programas sociales en la nutrición de los niños pobres, el especialista encontró en una investigación anterior que los niños beneficiarios de Oportunidades menores de 5 años presentan desnutrición en mayor nivel que los no beneficiarios ubicados en el mismo nivel de pobreza.
Según el estudio "Complementariedad y articulación entre los programas gubernamentales de nutrición y de abasto", el 37 por ciento de los niños beneficiarios presenta algún nivel de desnutrición frente a 25.5 por ciento de los no beneficiarios menores de cinco años.
"Este dato se repitió en los 13 estados en donde hemos hecho encuestas estatales de nutrición en el medio rural entre 2005 y 2008; encontramos como constante que los niños no beneficiarios tenían mejor estado nutricional", dijo.
Ávila manifestó que se deben hacer investigaciones más profundas para conocer en dónde radica la falla de los programas de nutrición.
Justo en 2010, el Seguro Popular realizó un programa piloto para mejorar los niveles nutricionales de mujeres y niños afiliados al programa Oportunidades.
Según Salomón Chertorivski, titular del organismo, la llamada Estrategia Integral de Atención a la Nutrición redujo 10.8 por ciento los niveles de talla baja y 6 por ciento de anemia entre los preescolares.
Sin embargo, este plan no se ha aplicado a nivel nacional todavía.
¿LLENAR O NUTRIR? Para Isabel Ortega, coordinadora de División de Nutrición del Centro de Investigación en Alimentación y Desarrollo en el país existe una distorsión en los cálculos de la pobreza y en el diseño de políticas públicas de desarrollo social.
Señaló que la canasta básica incluye alimentos destinados a "llenar" y no a nutrir.
"Es una canasta compuesta de granos, leguminosas, aceites y azúcares. La canasta básica debe pensarse en términos más amplios, de dieta variada y no se ha dado esa discusión.
"Insistimos mucho en quitar el hambre cuando hablamos de los pobres, pero no en una canasta que tenga los ingredientes necesarios para garantizar la alimentación de calidad, como lo requiere urgentemente el problema de salud pública que es la obesidad en el país", indicó.
