Por un faltante de más de 30 millones de pesos que eran destinados para la compra de mobiliario de playa, el director de la Promotora de Playas en Guerrero, Rogelio Hernández Cruz, demandará penalmente a la ex directora de esa dependencia, Otilia Hinojosa.
El funcionario estatal, Rogelio Hernández Cruz, dijo que prepara la demanda contra la ex funcionaria que estuvo en la pasada administración del ex gobernador Zeferino Torreblanca Galindo, quien además dejó un mobiliario en mal estado.
Comentó que la ex funcionaria simuló una compra de mobiliario de playa como son sombrillas y sillas para renovar las que están instaladas en la zona federal de mayor afluencia turística.
Los abogados preparan la denuncia penal por la falsificación de firmas, ya que el anterior presidente municipal, Félix Salgado Macedonio, nunca firmó y, sin embargo, aparece su firma y lo mismo sucedió con otros funcionarios que pertenecen al consejo de administración de la promotora de playas.
"Las sombrillas y sillas que se compraron tienen una antigüedad de seis años y en ese entonces el costo era de 70 a 80 pesos y la cantidad que pone es de 350 pesos, no es posible y además dice que la última compra se hizo en el mes de marzo, antes de que terminara la administración y ese mobiliario se compró hace tiempo".
El director de la Administradora y Promotora de Playas, Rogelio Hernández Cruz, dijo que se encontraron diversas irregularidades, entre ellas una lista de 37 personas que cobraban sin trabajar, así como la falsificación de firmas, entre otras cuestiones que se están recabando para la denuncia penal.
La Administradora y Promotora de Playas tiene un presupuesto de 32 millones de pesos al año que se utiliza para el pago de nómina y aguinaldo, además se requiere de la contratación de 100 empleados para el área operativa.
Actualmente hay 317 trabajadores, sólo el 2 por ciento son administrativos y el 98 por ciento restante se dedican a limpiar la bahía, franja de arena y los guardavidas.
Refirió que las condiciones en las que se encuentra el mobiliario de playa es una de las consecuencias para que no se reactive la economía del puerto.