Las autoridades mexicanas confirmaron hoy la muerte de los mineros que quedaron atrapados ayer en una mina de ópalo en el estado de Jalisco, oeste de México, tras un derrumbe que causó la muerte en el acto de otro trabajador.
Los fallecidos fueron identificados como Anastacio Avila, de 54 años, Miguel Polanco, de 50, y Alejandro García, de 27, según informó hoy el secretario mexicano de Economía, Bruno Ferrari, en su cuenta de Twitter.
Por su parte, el gobierno del estado de Jalisco, encabezado por Emilio González, confirmó que esas tres personas eran "ajenas a la operación de la mina" Pata de Gallo, situada en el municipio de Hostotipaquillo, y, por tanto, no estaban registradas en el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).
Al parecer eran "recolectores de material que realizaban estas actividades cuando ocurrió el derrumbe de una de las paredes" del yacimiento, localizado en el kilómetro 17 de la carretera Guadalajara-Tepic, entre los estados de Jalisco y Nayarit, señala un comunicado de las autoridades de Jalisco.
El gobierno estatal indicó que ya comenzó la investigación para determinar las causas y las probables responsabilidades en la tragedia.
Además, apuntó, la Secretaría de Economía, encargada de otorgar los permisos de explotación, "realizará las visitas de verificación de manera inmediata" para confirmar el "debido cumplimiento de las disposiciones de la Ley Minera".
El derrumbe se registró anoche cuando ya habían terminado las operaciones de la mina, cuya concesión fue otorgada a Gilberto Jiménez Mora en 2000, aunque el que explota el ópalo es otra persona, Miguel Tamayo.
El martes pasado, catorce mineros quedaron atrapados en un pequeño yacimiento de carbón en el norteño estado de Coahuila, debido a una explosión por acumulación de gases que causó derrumbes.
