La información reciente según la cual, el Municipio de Gómez Palacio que preside Rocío Rebollo Mendoza, recibió un "premio" por su participación en un programa federal denominado "Agenda desde lo Local", ha suscitado la curiosidad de la comunidad regional, que con razón se pregunta por qué se otorgó y en qué consiste el premio, que en estos días es publicitado en desplegados de prensa que suscriben entidades gomezpalatinas de diversas raleas.
De acuerdo a la información oficial, "Agenda desde lo Local" es un programa y una metodología desarrollada por la Secretaría de Gobernación a través del Instituto Nacional para el Federalismo y el desarrollo Municipal (Inafed), que parte de un diagnóstico integral de la situación en que se encuentran los municipios en materia de desarrollo local, y con base a éste, poder focalizar acciones de los tres órdenes de gobierno que mejoren el nivel y la calidad de vida de la población".
Como se desprende de la definición normativa que antecede, se trata de un ejercicio de planeación, en virtud del cual los propios funcionarios del gobierno municipal de que se trata hacen un diagnóstico de la estructura administrativa y recursos de los que se dispone y de la realidad sobre la que se gobierna, por medio de diversos indicadores de medición que permiten identificar las condiciones en que se encuentra el municipio y determinar objetivos concretos en los rubros del desarrollo institucional, económico, social y ambiental.
El diagnóstico es validado por instituciones educativas locales, lo que imprime al ejercicio de planeación objeto de comentario un carácter meramente académico, cuya eficacia en el terreno de los hechos está por verse. Apreciamos en su valor el fomento del Gobierno federal a la planeación como herramienta administrativa, sin embargo su mérito depende de los resultados prácticos, puesto que lo que desean los ciudadanos no es un desarrollo virtual, sino real y comprobable.
En el caso no se advierten "acciones de los tres órdenes de gobierno que mejoren el nivel y la calidad de vida de la población", que sean tan poderosas ni tan notables, que justifiquen premio nacional alguno. En otras palabras, el premio conferido a la alcaldesa Rocío Rebollo y su equipo, no les fue dado por haber acreditado un buen gobierno, sino por haber presentado un buen plan de gobierno.
La naturaleza teórica del programa explica que el premio se haya otorgado a pesar de que la actual administrador apenas cuenta con un año, y sólo existen elementos para hacer una evaluación preliminar y porque además en Gómez Palacio, lejos de haber motivos para festinar la existencia de obra pública significativa o un mejoramiento sustancial de los servicios públicos básicos, priva una problemática que ni está resuelta ni parece estar en vías de resolverse.
Es cierto que Doña Rocío recibió una administración endeudada y con grandes rezagos, pero ello no explica por ejemplo, la falta de transparencia con la que se conduce su gobierno en el campo de las finanzas, en el que existe una cerrazón sistemática que dificulta a la iniciativa privada y a otros actores sociales, conocer información tal elemental como son los estados financieros de la tesorería del Municipio.
Tampoco es un secreto la confrontación que existe entre la alcaldesa y la mayoría de los integrantes del ayuntamiento que preside, y si bien puede argumentarse que tal enfrentamiento obedece a causas políticas, igualmente se entiende que la consideración exagerada y la difusión festiva del premio obtenido, obedecen a idénticas razones es decir, de carácter político.
Los ciudadanos reciben con extrañeza y escepticismo la noticia del premio y lo perciben como propaganda, lo que se confirma por el hecho de que algunas de las felicitaciones publicadas, están firmadas por instituciones que reconocen haber validado ellas mismas el diagnóstico como parte del proceso de inserción a la Agenda, como ocurre con la llamada Universidad Interamericana para el Desarrollo, lo cual hace del programa, un club de elogios mutuos.