Pablo Elizondo García, alcalde de Montemorelos, descartó que el enfrentamiento suscitado anoche afuera de su domicilio fuera un atentado en su contra.
Explicó que hombres armados eran perseguidos por militares y que dos impactos de arma de fuego de grueso calibre se incrustaron en la fachada de su vivienda, así como en el vehículo oficial de su escolta.
El pasado 31 de octubre, el edil de Montemorelos, uno de los municipios más importantes por su producción de cítricos, fue emboscado en una brecha de la localidad luego de que acudió a verificar los avances de un puente vehicular que unirá la alcaldía con el municipio de Allende.
El blindaje de la camioneta en la que se trasladaba junto con el secretario de Seguridad, lo salvó.
En esta ocasión, narró, "es otra la historia", ya que la balacera afuera de su domicilio fue por una persecución del Ejercito Mexicano.
"No fue una agresión en contra mía o de mi familia, fue simplemente que se atravesó mi casa, en este caso, pero es parte de las acciones que se están emprendiendo y que se están llevando a cabo por parte de los militares y por parte de las autoridades estatales y quiero agradecer muchísimo la intervención".
En el interior de la finca se encontraba la familia y el presidente municipal; tras las primeras detonaciones todos ellos fueron resguardados por elementos de seguridad. Por lo que no se reportan lesionados.
