Menor. Ana Jimena Martínez presuntamente mantenía una relación amorosa con el sacerdote Gerardo Romero. EL UNIVERSAL
El procurador general de Justicia del Estado de México, Alfredo Castillo Cervantes, aseguró que no pesa ninguna acusación contra Gerardo Romero Hernández, quien "puede moverse libremente", aunque reconoció que el sacerdote y la adolescente se refugiaron en diversas parroquias del Estado de México, Distrito Federal y Puebla.
Sobre los cargos que la Procuraduría General de Justicia del Estado de México (PGJEM) podría iniciar en contra el sacerdote, mencionó que "no se configuraría la privación de la libertad, ni el estupro, ni la violación equiparada".
Añadió que "si en este caso tuviéramos violencia física o sexual, nosotros deberíamos proceder, pero en este caso no es así. No quiero abundar para no hablar de más, porque queremos la declaración del párroco. Sí había una relación afectiva, no amorosa, en donde esta persona tenía un tipo de afección por esa persona y se sentía protegida por esa persona", afirmó en conferencia de prensa.
Ana Jimena desapareció de su hogar, en el fraccionamiento Las Alamedas, en Atizapán, el pasado 15 de febrero y al día siguiente sus padres iniciaron una denuncia penal, además de que hicieron público que el sacerdote Gerardo Romero, de la parroquia "La Eucaristía", de dicha comunidad, estaba relacionado con la desaparición de la joven, con la que sostenía una relación sentimental.