Juicio. Una imagen deAnder Behring Breivik (al centro con camisa roja) con oficiales de la Policía noruega.
La Policía noruega dijo desconocer si el ultraderechista Anders Behring Breivik contactó por teléfono con la central del distrito para rendirse media hora antes de ser capturado en la isla de Utøya, donde mató a 69 personas.
Según afirmó el diario "VG" , Breivik logró hablar a las 17:59 del pasado día 22 con un agente de guardia en la central de operaciones de Buskerud y pidió entregarse al cuerpo especial "Delta", pero recibió una respuesta que no entendió y, tras probar de nuevo a llamar sin éxito, decidió continuar con los disparos.
El fundamentalista cristiano, que fue capturado a las 18.27 horas, aseguró a su abogado que se tomó una pausa en medio de la masacre para hacer hasta diez llamadas, aunque sólo dos veces pudo hablar con algún agente.
"Hemos recibido el registro de llamadas del distrito policial del sur de Buskerud, donde hay una llamada, probablemente del acusado. Esa llamada ya la conocíamos y fue recibida poco antes de la detención. Desconozco que haya habido otras conversaciones", afirmó ayer en rueda de prensa en Oslom, Christian Hatlo, portavoz policial.
Hatlo añadió que la Policía noruega ha pedido los registros telefónicos de otros distritos próximos a Oslo, incluido el del norte de Buskerud, y que tanto la defensa de Breivik como los abogados de los supervivientes y de las familias de las víctimas podrán tener acceso a este material más adelante.
La policía de Oslo envió ayer a los tribunales una solicitud para que la visita de este viernes, donde se decidirá alargar o no el régimen de aislamiento otras cuatro semanas para Breivik, se realice a puerta cerrada, en consideración a la investigación.