"Yo preferiría un mundo sin drogas, pero ése no es el mundo en el que vivimos".
Gary Becker
Sta semana el economista estadounidense Gary Becker hizo un nuevo llamamiento para descriminalizar el consumo de drogas. Profesor de la Universidad de Chicago, Becker ganó el Premio Nobel de Economía en 1992. En 2007 obtuvo la Medalla Presidencial a la Libertad de los Estados Unidos en 2007. Aun cuando ya tiene 80 años, la edad no ha hecho que abandone su vigorosa defensa de la libertad ni de la razón económica.
En una presentación por teleconferencia ante la reunión regional en Argentina de la Mont Pelerin Society (una sociedad creada en 1947 por un grupo de economistas y filósofos liberales entre los que se incluían Friedrich Hayek, Ludwig von Mises, Milton Friedman y Karl Popper), Becker señaló que puede simpatizar con la posición moral de quienes piensan que no es correcto liberalizar el consumo de las drogas. Después de todo, nadie quiere que sus hijos utilicen drogas. Todos estamos conscientes de los daños que estas sustancias producen en el cuerpo y en el espíritu.
Pero la criminalización no sólo no ha podido disminuir el consumo sino que dificulta la obtención de tratamientos para los adictos. Becker señaló que si las drogas no estuviesen prohibidas, sería más fácil para los jóvenes adictos buscar y obtener ayuda, como lo hacen de manera habitual los alcohólicos. La prohibición, el miedo a la cárcel, hace que los jóvenes que consumen drogas no puedan buscar ayuda de la sociedad sino hasta que ya es demasiado tarde.
Becker dice que en principio apoyaría una "legalización" total de las drogas. "Muchos de los problemas [del narcotráfico] se resolverían de la noche a la mañana. La experiencia con la legalización del alcohol [en los Estados Unidos en 1932] es una muestra de lo que ocurriría ahora con esta medida. Los problemas entonces se resolvieron efectivamente de la noche a la mañana. La corrupción y la violencia ligadas con el tráfico de alcohol desaparecieron de golpe."
Pero ante el temor de que la legalización pueda convertirse en un respaldo a las drogas, y que genere un incremento en el consumo, el Premio Nobel acepta una posición intermedia: la "descriminalización": De esta manera, "el consumo no sería un crimen, pero la venta y el transporte serían ilegales".
Becker señala que Portugal tomó la decisión en 2001 de descriminalizar todas las drogas. Esto ha generado un experimento interesante. La idea de que la medida elevaría el consumo no ha resultado cierta. A pesar de que no hay todavía datos duros que lo confirmen, la información disponible respalda las virtudes de la decisión.
El número de usuarios consuetudinarios de las drogas en Portugal parece haberse reducido de manera significativa entre 2001 y 2007, que es el período para el que se tiene información. Nadie está siendo encarcelado por consumir drogas, lo cual hace que haya más dinero disponible para otros propósitos, entre ellos el combate a las adicciones. Hay una baja también en las muertes por sobredosis. "La descriminalización parece ser un paso en la dirección correcta".
La prohibición ha sido hasta ahora un rotundo fracaso. "Desde que [Richard] Nixon declaró la guerra contra las drogas, todos los presidentes han sido derrotados. La prohibición no ha permitido eliminar el consumo o siquiera reducirlo. Yo preferiría un mundo sin drogas, pero ése no es el mundo en el que vivimos. Tenemos que buscar una solución práctica... y mantener la prohibición no es práctico".
HOMBRE DE PLUMAS
A Jorge Luis Borges trataron de anularlo siempre por sus posiciones políticas, recordaron en la reunión regional de la Mont Pelerin Society el escritor chileno Jorge Edwards y el argentino Marcos Aguinis. Por eso se le negó el Premio Nobel. Los peronistas lo nombraron incluso director de aves en el mercado central. Lejos de molestarse, Borges respondió: "Estos peronistas por lo menos saben que soy un hombre de plumas".
www.sergiosarmiento.com