Especialistas descubrieron en la antigua Casa del Mendrugo, en el Centro Histórico de Puebla, un entierro prehispánico de unos 3 mil 500 años de antigüedad, que por las características de objetos se asocia con la cultura olmeca y se abre la posibilidad de que en el centro de ese estado haya existido algún asentamiento vinculado con la llamada “cultura madre”.
De acuerdo a un comunicado del Instituto Nacional de Antropología (INAH), se señala que el hallazgo –integrado por dos osamentas humanas, una olla y pectorales de piedra verde entre otras piezas- se estima datan del periodo que va del Preclásico Temprano al Medio (1500-1200 a.C.), fue registrado en fecha reciente por arqueólogos del INAH, como parte de la supervisión arqueológica de trabajos arquitectónicos realizados en ese inmueble adquirido y utilizado durante el siglo XVIII como casa administrativa —para recibir impuestos y donaciones monetarias— de la orden jesuita.
Arnulfo Allende, arqueólogo del Centro INAH-Puebla y responsable de las labores de supervisión destacó que “es la primera vez que se descubren restos de arquitectura, material arqueológico y evidencia humana prehispánica en un mismo contexto en el centro de Puebla, pues en casos anteriores sólo se han hallado vasijas de cerámica negra en el Estanque de los Pescaditos (1996) y en el Hospital de Bubas (2004)”.
Refirió que “primero se encontraron, en el centro del patio principal, alrededor de 49 piezas de cerámica semicompletas —entre platos, tazones y jarritas—, y gran cantidad de restos óseos de animales (cerdo, carnero y aves) que corresponden a la segunda mitad del siglo XVI hasta la primera mitad del siglo XVIII.
Posteriormente, cuando el dueño del inmueble, el ingeniero Ramón Lozano Torres, quiso hacer una cisterna en el lado izquierdo del predio, se detectó un pozo hecho por los religiosos, y un piso de ladrillo rojo del siglo XVIII, debajo de éste había otro piso del siglo XVII; al extender la excavación se encontraron los vestigios prehispánicos que quizá sean de la cultura olmeca, consistentes en fragmentos de cerámica, un muro de contención —que tal vez delimitaba alguna vivienda— y un piso de piedras calizas unidas con lodo.
El especialista del INAH detalló que debajo de este último piso también se hallaron 26 piezas cerámicas de colores negro y blanco, y esqueletos humanos correspondientes a dos individuos, de los cuales, el más completo, es del sexo femenino; mientras el otro de un individuo del sexo masculino, sólo se halló el 30% de la composición ósea, correspondiente a fragmentos de cráneo, clavícula y ambos húmeros.
El hallazgo del entierro prehispánico y de los materiales coloniales son presentados en el Primer Congreso Internacional de Estudios Antropológicos del Estado de Puebla, que se realiza desde el 5 al 9 de diciembre en la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP).
La Casa del Mendrugo se convertirá en el 2012 en un Centro Cultural, que albergará dos salas de exposición, a manera de museo de sitio, para que el público conozca uno de los hallazgos prehispánicos más importantes que se han registrado en Puebla.