El reestreno de la puesta en escena "Aventurera" lució descuidado ante la evidente falta de ensayo, la nula escenografía, fallas en el audio y tardía prueba de vestuario, mientras que Ninel Conde, en su debut, cumplió pero sin sorprender al público.
Todo comenzó con una desorganizada alfombra roja que derivó en zafarrancho, cuando más de 100 periodistas, tras esperar varios minutos, intentaron ingresar a las instalaciones del Babilonia Show Center y guardias de seguridad se los impidieron de mal modo.
El montaje había sido programado para iniciar a las 22:00 horas; no obstante, debido a que algunos detalles de la producción y vestuario no estaban listos, arrancó 60 minutos después sobre un escenario que no está diseñado para esta producción, pues el público no logra apreciar el desarrollo de la historia desde su asiento.
Para aminorar este problema, en varias pantallas colocadas en puntos estratégicos se transmitió el avance de la trama mediante circuito cerrado de televisión. La mayoría de las escenas ocurrieron en el centro nocturno "El Kumbala" y por primera vez hubo zanqueros.
En conferencia de prensa, al finalizar la atropellada función, Ninel Conde comentó: "Obviamente (hubo) los nervios normales mezclados con emoción, mucho cansancio, muchas horas de trabajo y esfuerzo, así como muy poco tiempo para practicar entre todos.
"Nunca pudimos correr la obra así, apenas salió aquí con ustedes, nos dieron buena suerte y parece que casi todo salió bien", expresó la actriz y cantante, a quien se le vio incómoda al bailar con el vestuario, pues se mostró lenta en sus movimientos, incluso, carente de condición.