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Desde lo local: explorando nueva relación gobierno-universidad

A la ciudadanía

GERARDO JIMÉNEZ G.

Los grandes problemas del desarrollo a escala internacional y nacional, han alcanzado dimensiones que destacan la interdependencia que se presenta entre unos y otros: la llamada globalización ha conectado los precios del trigo mexicano con el déficit o superávit de producción europea; las emisiones de gases de efecto invernadero generados por la industria y otras actividades de los países desarrollados han contribuido al calentamiento global del planeta con efectos más severos en los países subdesarrollados, por mencionar algunos ejemplos.

Si bien estas cuestiones son tratados en el ámbito de los organismos internacionales como la Organización Mundial de Comercio, o son materia de acuerdos entre los países como el Protocolo de Kyoto y abordados en foros como la COP 16, lo cierto es que la mejor respuesta se encuentra en las acciones que se realicen desde el entorno local por los actores locales; si bien se requieren cambios importantes en los procesos de producción de las grandes industrias, es posible que con actos como no despilfarrar el agua, particularmente en regiones desérticas, de manejar y tratar los residuos sólidos domésticos, de utilizar menos vehículos automotores, y otras, se disminuirá la huella ecológica que al escalarse deviene en grandes problemas socioambientales.

Asumir cada quien su responsabilidad es un asunto que tiene que ver con la cultura de la población, no en abstracto, sino desde Juan Pérez a la diversidad de actores sociales de una comunidad, ciudad, municipalidad o región, donde el ejemplo de unos sea tomado por otros. Ciertamente, el problema es quién, cuándo y dónde se inician esas acciones que exploren nuevas formas de relación entre esos actores que quizá son los mismos, pero que operan en tejidos sociales desgastados a los cuales habrá de renovar para reconstruir las formas y relaciones sociales en que organiza la sociedad.

Un ejercicio de este tipo está siendo explorado por un gobierno y una entidad universitaria de la región, quienes a fines del año pasado convinieron un esquema de colaboración institucional basado en la corresponsabilidad, donde ambos comparten la aplicación de políticas públicas orientadas al desarrollo de capacidades de algunos segmentos de la población rural residente en la jurisdicción del primero y que forma parte del entorno de la segunda. Este acuerdo se suscribió entre el gobierno municipal de Gómez Palacio y la Facultad de Agricultura y Zootecnia de la UJED, vigente por dos años y sujeto a los resultados obtenidos, mediante el cual se transfieren y aplican recursos para impulsar, de inicio en este año, programas en el ámbito de la ecología, el desarrollo rural y la equidad de género.

En el primero de ellos se convino dar continuidad y ampliar un programa de educación ambiental dirigido a jóvenes de educación media superior y a habitantes de comunidades rurales de este municipio, con el cual se pretende mejorar sus valores ambientales considerando que son residentes de una de las regiones más contaminadas del país, y donde vivir en localidades rurales no es garantía de respirar aire limpio. El escaso acceso a este tipo de información plantea la necesidad de que tengan conocimiento de ella por iniciativa de una universidad y un gobierno local, de que tomen conciencia de la magnitud de problemas como el cambio climático, a la vez de que en forma colectiva diseñen acciones de adaptación y remediación que disminuyan los impactos que este fenómeno traerá consigo en el ámbito de su vida.

En el segundo, se implementan acciones que pretenden cambiar las formas de producción agrícola y ganadera en el segmento de pequeños productores de las comunidades rurales del municipio, transfiriendo tecnologías que se generan en el seno de la entidad educativa o que son parte de la experiencia de otros productores, con las cuales se pretende mejorar su capacidad productiva a la vez de orientarla por formas más sustentables. En una región donde las actividades agrícolas y ganaderas se realizan en gran escala con formas de producción que impactan el ambiente, y que en el caso de los pequeños productores no representan fuentes suficientes de ingresos, promover la innovación en el manejo de sus sistemas productivos puede ser una opción que en el corto y mediano plazo generará resultados expresados en mejorar sus capacidades, a la vez de que contribuirán a reducir el deterioro de los recursos naturales, como sucede con la agricultura orgánica.

Abrir la entidad universitaria y los demás centros educativos ubicados en el medio rural, o facilitar el acceso a habitantes de comunidades rurales, a la aplicación de políticas públicas en materia de equidad de género impulsadas por un organismo municipal, es otra forma de explorar una nueva relación en un ámbito de la población donde la desigualdad de condiciones y oportunidades entre ambos géneros persiste, en ocasiones a niveles de violencia familiar o juvenil. Estas acciones, que quizá no sean novedosas si se observa su realización cada quien por su lado, al conjuntar sus esfuerzos dos actores locales que juegan un papel importante en el desarrollo municipal, exploran una forma de involucrarse en él a la vez de que inician procesos de gestión pública que quizás otros actores debieran replicar.

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