El desempleo sigue imparable en España con un aumento del 1,37 por ciento en noviembre, a veinte días de que asuma sus funciones el nuevo Gobierno del Partido Popular, que se ha propuesto entre sus primeras medidas aprobar una nueva reforma laboral.
Los datos divulgados hoy por el Ministerio de Trabajo muestran una nueva subida del desempleo en noviembre de casi 60.000 personas con respecto al mes de octubre, cifras agravadas por los datos de la Seguridad Social, cuyas afiliaciones cayeron en 111.782, lo que debilita sus ingresos.
La Seguridad Social es la que cubre el pago de las pensiones, los subsidios de desempleo y otras prestaciones sociales.
Los datos difundidos hoy corresponden a los inscritos en las oficinas públicas de empleo, y sitúan el número total de parados en 4.420.462.
Pero esa cifra sube hasta rozar los cinco millones (4.978.300) según los últimos datos de la Encuesta de Población Activa (EPA), divulgada a finales de octubre, mientras que la Oficina de estadística de la UE, Eurostat, cifró esta semana el desempleo en España en más de cinco millones, con una tasa del 22,8 por ciento.
Las cifras de la Unión Europea sitúan a España a la cabeza del desempleo en Europa, superando la media de los otros socios comunitarios, seguida por Grecia, país que tuvo que ser rescatado.
A excepción de la agricultura, donde el desempleo descendió, los datos difundidos hoy por el Gobierno español muestran un aumento en todos los sectores, especialmente en el de servicios.
Con este telón de fondo, el nuevo gobierno del Partido Popular asumirá sus funciones el próximo 21 de diciembre con el objetivo prioritario declarado de poner freno a la destrucción de empleo, tarea que califica de "urgencia nacional".
Para ello, el próximo jefe del Ejecutivo y líder del PP, Mariano Rajoy, ha emplazado a la patronal y a los sindicatos a que pacten las líneas principales de una nueva reforma laboral para comienzos de año, tras los festejos navideños, que en España concluyen el 6 de enero.
Sería la segunda reforma del mercado de trabajo que se lleva a cabo en España en apenas año y medio, ya que el Gobierno socialista de José Luis Rodríguez Zapatero, aprobó la primera en junio de 2010, que le costó una huelga general y que tuvo que hacer por decreto ley al no conseguir un acuerdo previo con patronal y sindicatos.
Pero pese a esa polémica reforma para introducir mayor flexibilidad, el desempleo ha seguido creciendo, por lo que los sindicatos argumentan que la solución a los problemas económicos que tiene España no vendrá de la mano de nuevos cambios en la legislación laboral.
Por el contrario, la patronal considera imprescindible y urgente acometer más cambios en una normativa que considera obsoleta y excesivamente rígida.
Hoy, la portavoz parlamentaria del PP, Soraya Sáenz de Santamaría, una dirigente muy próxima a Rajoy, calificó de "pésima" la última cifra de desempleo y afirmó que para el nuevo Gobierno supone "un acicate" para acometer la nueva reforma laboral e iniciar otras dirigidas a la creación de empleo.
El Banco de España dio cuenta en su último informe de que la economía se estancó en el tercer trimestre del año con crecimiento cero, dos décimas menos que en los tres meses precedentes, principalmente por los recortes de gasto público para reducir el déficit y porque el sector de la construcción sigue sin reactivarse.
Tradicionalmente, este sector ha sido el gran motor de la economía española, pero tras su derrumbe a partir de 2008 fue el primero en contribuir a una gran destrucción de empleo.
Hoy Rajoy mantuvo su primera reunión con un dirigente de otro país tras su victoria electoral al recibir al viceprimer ministro británico, Nick Clegg, quien le animó a acometer las reformas económicas necesarias "aunque no sean muy populares".
El líder conservador tomará posesión como presidente del Gobierno español el próximo 21 de diciembre y su equipo lo hará un día después.