En la Comarca Lagunera, el agua que no se bebe se deja correr al desperdicio.
Casi dos terceras partes del agua de la presa Lázaro Cárdenas que se usan para riego, se pierde.
Y en las ciudades, la mitad del agua que corre por las tuberías se pierde en fugas, pero la pérdida aumenta en el desperdicio doméstico, según el Consejo Estatal de Ciencia y Tecnología de Coahuila (Coecyt).
Estudios del Coecyt indican que de cada metro cúbico que sale de la presa Lázaro Cárdenas para los riegos del ciclo agrícola, de 37 por ciento se pierde en canales o parcelas debido a filtraciones o evaporación, por lo que se requieren mejores tecnologías para aprovechar el agua.
En el caso del uso urbano, el 50 por ciento del agua que corren por las tuberías de los sistemas municipales se pierde en fugas.
“Desperdiciamos agua en muchos sentidos”, dijo Avelino Hernández Corichi, jefe de Proyectos del Coecyt y miembro de la Red de Investigadores del Agua.
Hernández Corichi dijo que el desperdicio se agrava en el uso doméstico por una deficiente cultura del agua y la ausencia de reciclaje.
“Se puede reciclar una parte del agua que usamos en nuestra casa y usarla para otro tipo de necesidades, de modo que pudiéramos reducir el consumo de agua”, dijo.
Según Hernández Corichi, debe existir un mayor impulso de la Comisión Nacional del Agua (Conagua) y de organismos municipales al uso de aguas tratadas.
Según el investigador, los filtros de arsénico en las norias son una manera de mejorar la calidad del agua, pero advirtió que el problema del agua en la región sólo se resolverá con el equilibrio del acuífero.
Según estudios de la Conagua, en la región existe un desbalance entre la extracción, que es de mil millones de metros cúbicos de agua al año, y la recarga del acuífero, que es sólo de la mitad. Los mismos estudios indican que la ausencia de tecnificación de riego agrava el desperdicio de agua.
La Conagua también reconoce que parte del problema del agua en la región son las altas pérdidas en los sistemas de captación y distribución.