Perspectiva. Cristine Lagarde, directora del FMI y Agustín Carstens, gobernador del Banxico.
En este cierre de 2011, el Fondo Monetario Internacional (FMI) destacó cuatro "verdades" o lecciones que se vivieron durante un año marcado por la turbulencia financiera y la incertidumbre económica.
Oliver Blanchard, director del Departamento de Estudios del FMI, dijo que la primera lección es que tras la crisis de 2008-2009, la economía mundial se ve confrontada con equilibrios múltiples, es decir, desenlaces pesimistas u optimistas que se hacen realidad por su propio peso.
Esto, explica Blanchard, se trata de lapsos de pánico y nerviosismo entre los inversionistas, que terminan por afectar el desempeño del mercado, aunque éste se encuentre en un estado de calma.
En segundo lugar, el FMI indicó que en 2011 se confirmó que las medidas de política económica incompletas o parciales puede empeorar las cosas.
"Como ya hemos visto, cuando en las reuniones de alto nivel se prometen soluciones que se cumplen a medias o cuando los planes anunciados con bombos y platillos resultan insuficientes o golpean obstáculos prácticos, la imagen a menudo se resiente", señaló el directivo del Fondo.
Asimismo, como tercera lección subrayó que los inversionistas financieros sufren de una especie de esquizofrenia ante la consolidación fiscal y el crecimiento.
Esto es que reaccionan bien cuando se anuncia la consolidación fiscal, pero lo hacen de forma negativa cuando dicha medida lleva a un menor crecimiento, como suele ocurrir.
Finalmente, el organismo internacional resaltó que este año en particular la percepción alteró la realidad, pues para bien o para mal, los cambios conceptuales cambiaron las circunstancias.
"Por ejemplo, en Italia no ocurrió nada en especial durante el verano, pero una vez surgida, la percepción de que Italia era un riesgo se arraigó", aseguró Blanchard.
Blanchard dijo que el 2011 arrancó en modalidad de recuperación: débil y desequilibrada, es verdad, pero recuperación al fin y al cabo, las dificultades parecían más manejables.
"Sin embargo, ahora que el año toca a su fin, la recuperación de muchas economías avanzadas está estancada, y algunos inversionistas contemplan incluso las implicaciones de una posible ruptura de la zona del euro", apuntó Blanchard.
Ante este panorama, el organismo internacional resaltó cuatro lecciones de lo ocurrido durante el año.
Ven capacidad mexicana
Francia, que presidió el G20 y el G8 durante 2011, confía en la capacidad de México para afrontar los "grandes desafíos" del Grupo de los 20 en 2012, en el que ese país dirigirá el conglomerado de las principales economías del mundo.
"Francia se felicita de este paso de testigo a México" afirmó en una declaración oficial la cancillería del país europeo, que concluyó oficialmente su período de presidencia el pasado 30 de noviembre.
París "confía en la capacidad de México para actuar por un mundo más estable y una economía internacional mejor regulada", subrayaron fuentes del Ministerio galo de Asuntos Exteriores al pasar la "estafeta".
El país europeo, del que fue ministra de Economía la actual directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Christine Lagarde, anunció que permanecerá "activamente implicado" en los trabajos que México desarrollará durante los próximos 12 meses.
La posibilidad quedó abierta gracias al refuerzo de la denominada "troika" de presidencias, que agrupa a Francia, México y Rusia, país que presidirá el G20 en 2013, y que fue decidido a principios de noviembre durante la cumbre del grupo en Cannes.
La mayoría de analistas coincide en que durante su período de presidencia, que se cerró con una cumbre de jefes de Estado en Cannes, sur, en noviembre, Francia no logró que el grupo aprobara la mayoría de sus principales apuestas.
Entre otras, fracasó en su iniciativa, apoyada por Alemania, de crear una tasa que grave las transferencias financieras internacionales y que pretende volver a plantear durante la presidencia mexicana.