Más de 30 personas, incluidos médicos y farmacéuticos, fueron arrestadas por agentes federales bajo el cargo de integrar una banda que comerciaba medicamentos de venta bajo receta, y que según las autoridades provocó una cifra récord de asesinatos este año.
El directivo de la agencia antidrogas estadounidense DEA Pedro Janer dijo que los sospechosos compraban drogas como Percocet y Xanax mediante recetas falsificadas y las vendían en la isla, según reveló una investigación que tomó tres años.
La cantidad de píldoras obtenidas por los sospechosos equivale a 3 toneladas de marihuana, dijo Janer, y añadió que ocho de los 10 acusados de asesinato reconocieron estar bajo los efectos de los medicamentos.