"Las deudas y las mentiras usualmente se mezclan."
François Rabelais
La economía de Grecia representa apenas un poco más del 2 por ciento de la europea. La preocupación de los países de Europa por su crisis no puede entenderse sólo por las consecuencias de la quiebra del gobierno griego en sus economías. El problema principal radica en que un grupo de bancos, muchos de ellos griegos, pero también franceses y alemanes, tienen su cartera crediticia cargada de bonos gubernamentales griegos.
La decisión de obligar a los bancos a otorgar una quita de 50 por ciento a la deuda griega ha puesto en entredicho la supervivencia de algunos. Por eso los gobiernos europeos han tenido que ordenar la recapitalización de los bancos y han fortalecido el fondo de rescate financiero.
Uno podría pensar que el problema solamente existe en Europa, pero una nota publicada ayer en el periódico Reforma arroja una llamada de atención para nuestro país. Jessika Becerra advierte que un grupo de bancos pequeños mexicanos tiene porcentajes muy altos de deuda emitida por los gobiernos de los estados. Llama la atención el caso de Interacciones, que según cifras de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores registraba al cierre de este septiembre 39,570 millones de pesos en deuda de estados y municipios, el 70 por ciento de su cartera de crédito. Multiva contaba también con una exposición muy importante: 42 por ciento.
Nadie sabe qué tan sólidos son estos créditos. Durante mucho tiempo se dio por sentado que la deuda de los estados era tan firme como la del Gobierno Federal, pero sólo una parte pequeña cuenta con el aval del gobierno de la república. Los estados tienen pocos recursos propios, por el escaso interés que han tenido sus gobiernos por generar sus propios ingresos.
En la última década se ha registrado una verdadera burbuja en el gasto y en la deuda de los estados. Según "Deuda estatal: ¿para qué? de México Evalúa, Centro de Análisis de Políticas Públicas, entre 2000 y 2010 la deuda de las entidades aumentó 57 por ciento para alcanzar los 315 mil millones de pesos. El pasivo, que representaba un 0.3 por ciento del Producto Interno Bruto estatal en 2001, llegó a 2.5 por ciento en 2010.
A juicio de México Evalúa, los recursos fueron mal utilizados porque no generaron avances significativos en educación, programas sociales o infraestructura. Los ingresos propios de los estados, mientras tanto, han venido cayendo y han pasado del 39 por ciento del total en 1993 a 10 por ciento en 2010. Los gobiernos de los estados dependen así casi por completo de las transferencias federales.
Preocupa que suframos en nuestro país una repetición de la tragedia griega. El problema no es en esta ocasión la deuda del Gobierno Federal sino la de las entidades. El endeudamiento se ha convertido en la forma preferida de los gobernadores para conseguir recursos que les permitan financiar sus proyectos políticos. El caso más notable es de Coahuila, el estado que más ha aumentado su deuda pública, pero muchas otras entidades han tenido procesos similares.
Al igual que en Europa, donde los bancos prestaron en exceso a un irresponsable Gobierno griego, en México vemos también que algunos bancos pequeños están prestando hasta el 70 por ciento de su cartera crediticia a los gobiernos de los estados. Quizá lo hagan por tener buenos contactos políticos. Carlos Hank Rhon, por ejemplo, es el dueño de Interacciones. Pero podría haber un desplome si se registra una suspensión de pagos de algún estado. Estaríamos viviendo así un caso muy similar al de Grecia. Por eso es importante tomar ahora medidas para impedir que los estados sigan endeudándose.
ZAPATO AHOGADO
"Estoy más triste que un zapato ahogado." Se ha muerto Tomás Segovia, autor de ésta y muchas otras frases afortunadas. Nacido en España, el poeta se forjó en el México del exilio republicano. "Y lo que quiero decir es que estoy a fin de cuentas / terriblemente triste de que no me hayáis perdonado."
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