Talento. La trama aborda la historia de las relaciones homosexuales y de la confusión que suele darse entre las parejas.
MÉXICO, DF.- Diego Luna tenía nueve años cuando tuvo que cancelar una función de la obra "Clotilde en su casa", en el Teatro Julio Castillo, ante la casi nula asistencia.
Eran días duros, recuerda. Muchas veces había más actores sobre el escenario, que personas en butacas.
"Pasaba con el teatro subsidiado que no necesariamente dependía de su taquilla para existir. Era muy triste pararte en un escenario, saber que debías echarle las mismas ganas y estar consciente de que la respuesta sería negativa porque no había gente.
"Para esa obra nos juntábamos a hacer una sesión de respiración antes de empezar, éramos como veinte actores, y a veces debíamos tomar la decisión de si se daba la función o no, porque apenas y llegaban cuatro personas a verla", recuerda.
Ahora las cosas han cambiado. Metido ya en la producción teatral, Diego ha realizado las puestas en escena Festen y El Buen Canario, ambas con buena respuesta en taquilla.
Esta semana estrenó Cock, donde interpreta a un homosexual con pareja (Chema Yazpik) quien comienza a dudar de sus preferencias sexuales al conocer a una chica (Ilse Salas).
La obra está bajo la dirección del también realizador Antonio Serrano (Sexo, Pudor y Lágrimas e Hidalgo, la Historia Jamás Contada).
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(Risas) ¡La carrilla ha estado dura! Y hay por ahí una idea de etiquetar a la obra, ya veo a la gente diciendo que es una obra gay. Pero es una obra sobre una relación codependiente que está desmoronándose; de repente, en esta confusión, uno de ellos encuentra lo que no tiene. Y eso le puede pasar a todos, seas lo que seas.
→ Hace unos diez años, tras una función de "Las obras abreviadas de William Shakespeare", anunciaste que producirías teatro y ya se cumplió.
Era un poco más irresponsable en todos sentidos, lo que pasa es que teníamos una superobra en donde podíamos cometer muchos errores sin que se notara (risas). Éramos unos actores que decíamos: '¿por qué no nos producimos nuestras obras?', y nos aventábamos como el borras.
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El teatro es una industria viejísima y muy saludable en México, hay buena reputación en el mundo y me refiero a las estructuras para comprar derechos. No conseguimos la obra porque fuera yo, el procedimiento es que te acercas a una agencia, te dicen las reglas y tú sabes si le entras.
→ ¿Existe alguna pesadilla recurrente al hacer teatro?
Hay un sueño que la mayoría de actores ha tenido y que a mí me pasa seguido, y es el entrar al escenario y no saber de qué se trata la obra. Pero luego esas cosas pasan en los ensayos; ayer por ejemplo estábamos en uno y se suponía que va a entrar un metro y nada, no pasó nada.
→ ¿Es cierto que Antonio Serrano sufría porque de niño tú veías sus obras para adultos, a escondidas?
Sí, por ejemplo Doble Cara (donde había coches y explosiones) me colaba y vi más de los que él cree (risas). Me aprendía las obras y luego corregía a los actores cuando no decían bien sus textos o le ayudaba a mi papá (Alejandro Luna) que era el responsable de las luces para iluminar.
→ ¿Para cuándo dirigirás teatro?
No estoy seguro de tener lo que se necesita para serlo.
