Miradas. Los presidentes de Estados Unidos, Barack Obama y de México, Felipe Calderón, durante la rueda de prensa conjunta celebrada después de su reunión bilateral, en la Casa Blanca de Washington. EFE
El presidente de México, Felipe Calderón, aseguró que la publicación de cables de WikiLeaks en los que el Departamento de Estado norteamericano critica la lucha contra las drogas causaron "severos daños" a la relación con Estados Unidos, y sugirió que la tensión llegó a tal grado que él no podría trabajar más con el embajador estadounidense Carlos Pascual, según "The Washington Post".
Durante un diálogo con los reporteros y editores del prestigioso diario, el Presidente de México llegó incluso a insinuar que el futuro de Carlos Pascual como embajador dependería de su encuentro con el presidente Barack Obama.
Fuentes de la administración Obama confirmaron que, hasta este jueves, Carlos Pascual seguía siendo embajador de Estados Unidos ante México:
"Carlos Pascual sigue siendo nuestro embajador", se limitó a señalar Virginia Staab, portavoz del Departamento de Estado para Asuntos del Hemisferio, sin entrar a valorar las declaraciones del Presidente de México al periódico.
Durante el encuentro con periodistas, a primera hora de ayer jueves, Calderón Hinojosa manifestó que "la confianza es difícil de construir y fácil de perder" cuando se le preguntó si, acaso, le había perdido la confianza al embajador Pascual.
El presidente hizo así alusión a las revelaciones de WikiLeaks, en las que salió a relucir que el diplomático había informado a su gobierno que, a pesar de que Estados Unidos había aportado información de Inteligencia para ubicar y detener a Arturo Beltrán Leyva, el Ejército no actuó y sí lo hizo en cambio la Marina y consideró que los militares "son lentos, mal preparados y tienen aversión al riesgo".
Es difícil cuando ves el coraje del Ejército. Por ejemplo, ellos han perdido probablemente 300 soldados... y de pronto alguien en la embajada americana dice que no son lo suficientemente valientes", afirmó.
"Tenemos una expresión en México, que dice 'No me ayudes, compadre'", afirmó el presidente Calderón en tono coloquial a los periodistas del Post, en referencia al enojo que causaron las comunicaciones entre la embajada de Estados Unidos en México y Washington.
El presidente mexicano refrendó así en su encuentro con "The Washington Post" lo que ya había asegurado, en el sentido de que las opiniones del embajador "han hecho mucho daño" en la relación con Estados Unidos.
PIDEN A OBAMA NO SER CÓMPLICE Unas personas sostienen una pancarta y otras tocan tambores, en una protesta frente a la Casa Blanca en Washington, por la visita del presidente de México, Felipe Calderón, donde pidieron a su homólogo estadounidense, Barack Obama, que no sea "cómplice de un asesino". Los manifestantes, miembros de la asociación Mexicanos sin Fronteras, denunciaron a las puertas de la mansión presidencial "la masacre" que, a su juicio, está produciendo la guerra contra el narcotráfico emprendida por la Administración Calderón en 2006.
FELIPE CALDERÓN
Presidente de México
EU pidió extradición de asesinos
Senadores rechazan agentes de EU armados
Senadores de diversas fracciones políticas rechazaron la posibilidad de que agentes de Estados Unidos puedan ejercer armados sus funciones en México.
Se informó ayer jueves que en su visita a Washington, el presidente Felipe Calderón admitió que va a revisar con el Congreso todas las alternativas para reforzar la seguridad de los agentes estadounidenses que operan en México, pero aclaró que tendrá que ser conforme a la legislación y a la Constitución.
Al respecto, el senador del Partido Acción Nacional (PAN), Santiago Creel, adelantó su negativa a autorizar la portación de armas por parte de agentes de ese país en México.
"Que cada país en su propio territorio ejerza sus funciones especiales", sentenció.
Para el también ex secretario de Gobernación, es "inconveniente" que los agentes estadounidenses acudan a México armados, e incluso podrían generar un conflicto diplomático.
El vocero del Partido Revolucionario Institucional (PRI) en el Senado, Carlos Jiménez Macías, coincidió en el rechazo a esa posibilidad.
El presidente Barack Obama confirmó que su Gobierno solicitó a México la extradición de los presuntos asesinos del agente estadounidense, Jaime Zapata, abatido el pasado 15 de febrero por un comando integrante de un cártel en el estado de San Luis Potosí.
Ayer jueves en un anuncio inusual, durante la entrevista de prensa conjunta con el presidente de México, Felipe Calderón, el mandatario estadounidense secundó al mexicano cuando éste reveló que su Gobierno estaría dispuesto a autorizar la entrega de los presuntos asesinos una vez que la justicia mexicana se pronunciara al respecto.
"Si la Ley lo permitiera, no tendría ningún reparo", dijo el presidente Calderón al insistir que hoy hay la plena voluntad política de México para que los criminales sean llevados ante la justicia.
La alusión a la posible entrega de los presuntos asesinos del agente de la Oficina de Inmigración y Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés) puso fin a la rueda de prensa que ambos mandatarios compartieron, en el marco de una intensa sesión de conversaciones vinculadas al tema del tráfico ilegal de armas hacia México y la posibilidad de que los agentes de EU asignados a ese país puedan portar armas.
