Personas en contra de la fiesta brava en la región. (Foto de Jesús Galindo)
Con éxito se desarrolló el foro de debate "La fiesta brava, arte o crueldad". El panel foro fue integrado por matadores, maestros, periodistas y líderes de la defensa de los animales. Todos convocados por la Asociación Civil de Profesionistas y Técnicos de Torreón, la cual preside Jesús Gerardo Sotomayor Hernández.
El foro se desarrolló con la participación de las siguientes personalidades: M.C. Roberto López Franco (moderador); maestro Édgar Salinas (aficionado); Arturo Gilio (empresario y matador de toros); profesor Nelson Ávila (líder de la defensa de los animales); Walter Juárez (periodista) y Rafael Cortés Montalvo, director de la Academia Taurina y de las Artes del Coliseo Centenario de Torreón.
Roberto López Franco en calidad de moderador describió las reglas a cada uno de los panelistas, las cuales consistían en la participación de cada uno de ellos por espacio de 10 minutos, entre los cuales el público presente podría interactuar con preguntas.
Destacaron los argumentos del maestro Édgar Salinas (aficionado), quien habló en términos generales de las ocasiones en las cuales la fiesta brava ha sido prohibida (muerta) y resucitada. Líderes contemporáneos la han abolido y muchos otros le han dado continuidad. El claro ejemplo de Cataluña, cuando primero se prohibió la construcción de plazas de toros, luego se prohibió la práctica de conductas violentas y el sacrificio de animales, posteriormente el prohibir a los menores de 14 años a que ingresen a las plazas. Los cuales considero como argumentos antropológico, morales, genéticos, pragmáticos y políticos. Lo que antes prohibía la monarquía ahora lo hace la democracia.
Mencionó un texto de Mario Vargas Llosa, el cual describe a la fiesta brava como un culto amoroso y delicado en la que el toro es el rey. Por igual, el artista Joaquín Sabina ha manifestado que si él fuera animal le gustaría ser toro de lidia.
A su vez, Juárez alabó la propuesta del diputado Manuel Villegas, definiendo la fiesta como un combate dispar entre el matador y el torero, con argumentos, enalteciendo los sufrimientos del toro al ser trasladado a la plaza. La participación de los aficionados taurinos Humberto Orona y Jesús Niño pusieron en apuros con sus preguntas a Walter Juárez.
Rafael Cortés manifestó que la fiesta de los toros y la academia enseñan temple, valentía y carácter de enfrentar al toro con respeto. El toro por su naturaleza embiste desde el nacimiento, no importa el color, si es figura humana o no, el toro es bravo.
El líder de la defensa de los animales, Nelson de Ávila, argumentó que el toro no tiene la capacidad de asistir o no a la plaza, es una raza creada para satisfacer los deseos de los taurinos.
El matador Arturo Gilio manifestó, como empresario y como torero, que todo se lo ha dado la fiesta brava, de igual forma comentó que en la actualidad varios estados priistas en el país están tratando de regular la fiesta brava como patrimonio cultural de México.
