Revisión. Una mujer palestina señala los destrozos a las casas que causaron las fuerzas israelitas al lanzar misiles.
Con una jornada en la que la atención internacional se ha desviado de Oriente Medio al norte de África, por Libia, la tregua gestada entre Israel y las milicias palestinas parece superar su primer día de prueba lejos de los ojos de la prensa.
Han sido 15 primeras horas de calma, en las que las poblaciones de Gaza y el sur de Israel, casi tres millones de personas, han podido abandonar su estado de emergencia y los refugios, para, por primera vez en cinco días, volver a la rutina.
Eso sí, "con un ojo en el cielo por lo que pueda llegar a caer aún", como bien dice Salha, de la localidad palestina de Bet Lahiye, en el norte de Gaza.
El Ejército israelí ya había informado a los municipios de que podían reducir el estado de alerta y volver a la normalidad cuando desde el norte de la franja de Gaza dos cohetes recorrían el trayecto tan habitual de los últimos días.
Esta vez cayeron a una distancia no muy lejana de la ciudad de Asheklon, en un descampado donde provocaron un incendio de proporciones considerables que después de tres horas los bomberos siguen tratando de apagar.
Ha sido el único incidente armado en las primeras 15 horas de tregua, en las que las milicias e Israel se han comprometido a dejar de atacarse mutuamente, permitiendo a la población del enemigo salir a las calles y aprovisionarse de alimentos con libertad.
"Finalmente tenemos calma y podemos salir de casa. Sabemos que pronto otra vez tendremos que volver a los refugios y que oiremos de nuevo las sirenas", decía Roni, de la ciudad de Beer Sheva, al diario Haaretz.
En Ashkelon, a donde se dirigían los dos cohetes de anoche, el municipio ha decidido no cancelar un festival famoso de música mediterránea que tiene que comenzar hoy, y que estaba ya a punto de perderse la edición de este año.
Galit, de la ciudad de Ashdod, a 35 kilómetros de Gaza, tampoco se engaña, sabe que el actual ciclo de violencia volverá a repetirse, pero se niega a desaprovechar la oportunidad que la tregua de ayer les ha dado.
"Incluso si es temporal consigue despertar a toda la ciudad", indicó.
Efe