Las fuerzas de seguridad de Siria dispararon contra manifestantes en diversas partes del país con resultado de al menos nueve muertos, dijeron el viernes organizadores de las movilizaciones.
El gobierno ha emprendido en los últimos dos meses una represión sangrienta contra la revuelta popular sin paralelo contra el presidente Bashar Assad, quien ha dispuesto que el ejército y las fuerzas de seguridad aplasten la disensión.
Grupos defensores de los derechos humanos afirman que al menos 850 personas han muerto en la represión.
Un grupo de comisiones locales en Siria han contribuido a la organización de las protestas. La comisión en Homs confirmó tres muertos el viernes.
Según los organizadores, también hubo el viernes protestas en el puerto de Banias, frente al Mediterráneo, la ciudad de Hama, centro del país, y la ciudad costera de Latakia.
El gobierno sirio también acusó el viernes al presidente Barack Obama de entrometerse en sus asuntos internos.
Obama pidió la víspera al presidente Bashar Assad que llevara a su país a la democracia o "que se quitara de en medio".
