Las autoridades dominicanas aumentaron el jueves los controles para deportar indocumentados haitianos y evitar el cólera, cuando miles de católicos de ambos países viajan al oriente de República Dominicana para celebrar el día de la Virgen de La Altagracia.
Como parte de la celebración religiosa, que se realiza el 21 de enero, los peregrinos arriban hasta con dos días de anticipación y miles de ellos pernoctan en la explanada de la basílica de Higüey, a unos 175 kilómetros al este de Santo Domingo.
El ministro de salud, Bautista Rojas, anunció que establecerán clínicas móviles afuera de la basílica para dar atención de urgencia a posibles casos de cólera y otras enfermedades. Se ha prohibido la venta de alimentos caseros y que los peregrinos cocinen su comida al aire libre afuera de la iglesia, como lo hacen cada año.