"A menos que reduzcamos la demanda de drogas ilícitas, nunca podremos abordar plenamente el cultivo, la producción y el tráfico."
Ban Ki-moon,
Secretario general de la ONU
Este 26 de junio se festejó el Día Internacional de la Lucha contra el Uso Indebido y el Tráfico Ilícito de las Drogas. La fecha fue establecida por la Asamblea General de las Naciones Unidas en 1987 de conformidad con una resolución de una conferencia internacional.
La celebración de este 2011 coincide con aniversarios importantes en este esfuerzo. Se festejan 50 años de la Convención Única sobre Estupefacientes de 1961, la cual comprometió a los países de la ONU a prohibir el uso, comercio y producción de una amplia serie de drogas. Se cumplen también 40 años desde que, el 17 de junio de 1971, el presidente de los Estados Unidos Richard Nixon popularizó el término "guerra contra las drogas".
A cuatro décadas de distancia, ya los gobiernos tratan de deslindarse de la expresión. Esto se debe en parte a las implicaciones negativas de la palabra "guerra". También es el reconocimiento de un fracaso. Gil Kerlikowske, el zar antidrogas de Barack Obama, señaló en 2009 que el gobierno estadounidense ya no usaría el término "guerra contra las drogas" por ser "contraproducente". El presidente de México Felipe Calderón dijo en una ocasión que él no había empleado la palabra "guerra", aunque los medios de comunicación se divirtieron entonces citando momentos en que lo había hecho. En los últimos años, empero, el gobierno mexicano ha preferido "lucha contra el crimen organizado".
La prohibición de las drogas es, sin embargo, el origen de esta guerra. Si los cárteles se han diversificado ha sido porque el narcotráfico ha sido tan exitoso que muchos grupos han tenido que realizar otras acciones para sobrevivir en un mercado saturado.
El propósito original de la guerra, que era disminuir el consumo de las drogas, no se ha cumplido. La Comisión Global sobre Política de Drogas señaló a principios de junio que, tan sólo entre 1998 y 2008, el consumo de opiáceos aumentó 34.5 por ciento, el de cocaína 27 por ciento y el de marihuana 8.5 por ciento. El informe 2011 de la Oficina de las Naciones Unidas sobre Drogas y Crimen afirma que ha habido una estabilización o incluso reducción en el uso de algunas drogas, como la cocaína, en ciertos países, pero el aumento en el consumo de drogas sintéticas y de receta ha más que compensado esa mejora.
Fuera del hecho que no parece moralmente justificado que los gobiernos encarcelen a personas por usar sustancias que sólo los dañan a ellos mismos --y que es incongruente que se castigue el consumo y distribución de algunas sustancias, como la marihuana, menos dañinas que otras legales, como el alcohol y el tabaco--, el hecho es que la guerra contra las drogas no sólo ha sido un fracaso sino que ha generado una violencia enorme en México y en otros países. De ahí que hayan venido aumentando las voces, aun minoritarias, que piden la legalización o descriminalización de cuando menos algunas drogas.
Los gobiernos han tenido un mayor éxito en combatir el uso del tabaco, sustancia que no han prohibido, que el de los estupefacientes. Esto significa que sí hay estrategias que pueden reducir el consumo de sustancias peligrosas. Los políticos, sin embargo, parecen más interesados en mantener el control de los enormes recursos que utilizan en la guerra contra las drogas que en adoptar estrategias que puedan realmente disminuir el consumo. Poco les importan las consecuencias, entre las que se incluye la muerte de decenas de miles de mexicanos.
COPA DE ORO
No es el torneo de mayor nivel del mundo, pero la conquista por la Selección Nacional de la Copa de Oro es un logro indudable. Quizá lo mejor es que se mostró un equipo joven con capacidad de venir de atrás para ganar partidos. La escuadra Sub 22 que acudirá a la Copa América, un torneo de mayor nivel, no podrá acercarse siquiera a este desempeño.
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