El técnico auriazul muestra optimismo, pese a la caída con uno de los acérrimos rivales de su escuadra.
“Duele, duele mucho”, reconoce Guillermo Vázquez, tras la derrota contra América que supuso para los Pumas perder el liderato general del Clausura 2011 en un duelo de orgullo.
Pero le bastan apenas unos segundos para llenar de fe e ilusión a su tribuna. “No pasa nada”, alienta y de inmediato se enfoca en el duelo ante Monterrey. “Duele, duele, perder en nuestra casa, con mucha expectativa, pero ya se dio así, el rival nos superó y pensar ya en lo que sigue y no vale la pena seguir lamentándonos, sino todo lo contrario, fortalecernos y volver a la competencia de esta semana”, conmina.
El técnico auriazul muestra optimismo, pese a la caída con uno de los acérrimos rivales de su escuadra. Se basa en que sólo un error de su zaga en la táctica fija definió el encuentro y apela a lo que hizo su equipo en la temporada para superar los cuartos de final.
“Cualquier resultado que hubiera sido esta semana lo tenemos que dejar atrás y pensar de aquí en adelante lo que es la Liguilla.