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Ecología regional: alternativas de reforestación urbana

A la ciudadanía

MANUEL VALENCIA CASTRO

Quizá el término reforestación se queda corto cuando de lo que se trata es la reconstrucción de nuestros jardines públicos e incluso particulares. Aunque en algunos casos, como es el mío, se trata solamente de reemplazar el árbol o arbusto que murió por otro. En cualquier caso, estamos obligados a poner en práctica una jardinería eficiente en agua y desde luego tolerante a las heladas, blancas o negras.

Para tener una idea aproximada de la importancia de plantar árboles, arbustos y hierbas de bajos consumos de agua, consideremos que lo más probable es que la cantidad de agua que actualmente se usa en los jardines de las ciudades de la zona metropolitana, corresponde aproximadamente a la mitad de la que se distribuye diariamente en las ciudades urbanas. Además, la forestación estratégica como plantar árboles cerca de nuestras casas nos ayuda a reducir costos de energía eléctrica hasta de un 50 por ciento, por el contrario, cuando la deforestación se apodera de nuestros jardines, como de hecho está ocurriendo, el consumo de energía eléctrica aumentará debido a que habrá muy pocas sombras y se tendrá que usar más frecuentemente el aire acondicionado o los ventiladores para refrescar nuestras casas.

Cuando decidamos plantar un árbol, pensemos en la función que queremos que tenga, por ejemplo, si lo que deseamos es una protección a los intensos rayos solares del verano, lo más conveniente será un árbol grande, si lo que buscamos es sombra en el verano y permitir los rayos solares en el invierno, entonces necesitamos usar árboles que pierden las hojas en la época de frío. Estas plantas son las más exitosas en climas áridos y semiáridos como el nuestro, y son también las más tolerantes a las heladas.

Por otro lado, mejoran notablemente nuestro hábitat, ya que refrescan nuestra casa en el verano y la calientan en el invierno. No obstante, es necesario que tomemos en cuenta el tamaño que alcanzarán los árboles al madurar y la distribución de sus raíces. Si se trata de una banqueta estrecha como la que usualmente se deja en los fraccionamientos con cables eléctricos pasando por encima, no se pueden usar árboles grandes, de hecho, el uso indiscriminado del pingüico provocó problemas como la destrucción del pavimento y drenajes, además de las podas severas y horrendas que se le practican para evitar el contacto con los cables.

Existen alrededor de 400 especies que pueden ser utilizadas en el diseño de jardines eficientes en el uso del agua, aunque difícilmente estarán disponibles. Por eso es importante iniciar lo más pronto posible la reproducción de plantas nativas en viveros como los que se han construido en la Reserva Ecológica Municipal Sierra y Cañón de Jimulco, de esta manera, además de producirse las plantas que se requieren ahora en la ciudad, se detonaría la economía de los pobladores de la reserva. De la misma manera, aquellos ejidos que cuenten con los permisos legales para la extracción de ejemplares sin ocasionar un impacto negativo en el tamaño de las poblaciones de plantas, podrían también beneficiarse en el corto plazo.

Aunque resulta complicado en un espacio como éste, decirles el tipo de planta que pueden plantar, me atreveré a mencionar algunas que se encuentran en nuestro entorno. Las plantas que conocemos como acacias, entre las que se encuentra el huizache, la uña de gato y el palo prieto, son árboles de tamaño mediano que toleran la sequía y las heladas, pero que requieren podas de formación. Otros árboles importantes pueden ser: el mezquite, el madroño, los celtis, el palo verde, el retoño rojo mexicano, el mimbre o sauce del desierto, parsimonio, los fresnos (consumo elevado de agua), acacia blanca, la mora, Retama, el sauce y ahuehuete (de elevado consumo de agua), entre muchos otros.

Los arbustos son mucho más abundantes y se pueden usar con muchos propósitos, aunque el de ornato sería el más común: chamizos, Mariola, guayule, nopales, nolina, sotol, menodora, cordia, cenizos, entre muchísimos más. Existe también una cantidad importante de hierbas con bellísimas flores.

Finalmente, quisiera comentar que la helada negra que ocurrió en nuestra región hace poco más de un mes, es un fenómeno meteorológico que seguirá presentándose recurrentemente, de ninguna manera debe considerarse como un desastre natural, el problema se originó en la decisión de poner especies de plantas que no están adaptadas a este tipo de fenómenos. ¿Aprendimos la lección?

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