"Tienes derecho a tu propia opinión, pero no a tus propios hechos.
Patrick Moynihan
El 26 de abril de 2010 escribí en estas páginas ("Predicciones) que la Gaceta UNAM había publicado una nota titulada "Improbable un crecimiento económico de un 4 o 5 por ciento". El artículo de la Gaceta se basaba en un estudio del Departamento de Análisis Macroeconómico del Instituto de Investigaciones Económicas de la UNAM según el cual en 2010 la economía de México crecería únicamente 2.5 por ciento, los precios se elevarían 5.3 por ciento y se generarían solamente 275 mil empleos registrados en el IMSS.
En el artículo cuestioné esas predicciones y señalé que todos los demás economistas estaban ofreciendo perspectivas bastante más positivas, entre 4.5 y 5.5 por ciento. Cité a Barclays Capital que preveía ya una expansión en México de 5.5 por ciento.
Mi artículo generó una respuesta molesta del economista José Luis Calva de ese departamento en que defendía las previsiones y me cuestionaba. Yo respondí que mantenía mi posición, pero añadí: "No tiene mucho sentido argumentar en este momento. Tomo nota de las afirmaciones del profesor Calva y las contrastaré públicamente con las cifras que realmente se registren."
Ese momento ha llegado. El crecimiento en 2010, según el informe trimestral de la Secretaría de Hacienda sobre la actividad económica, fue de 5.3 por ciento, una cifra bastante más cercana al 5.5 por ciento de Barclays Capital que al 2.5 por ciento del grupo del profesor Calva. La inflación fue de 4.4 por ciento y el número de nuevos empleos registrados en el IMSS ascendió a 730,348.
Las cifras me parecen contundentes. Podrá uno estar de acuerdo o no con la ideología del gobierno panista, pero los datos duros apuntaban ya desde hace un año que el 2010 sería un año de alto crecimiento económico para México. Esto no significa que la economía mexicana no tenga problemas ni que no haya que hacer reformas de fondo para lograr que este crecimiento se mantenga en el largo plazo. Pero de nada sirve tratar de defender una posición ideológica negando la realidad económica.
Una parte significativa del crecimiento económico de 2010 provino de un rebote. La caída de la economía nacional en 2009, que fue producida por la crisis internacional y la epidemia de influenza, fue exagerada. Esto era muy claro en abril de 2010. El hecho de que ya en este 2011 no tenemos el beneficio de ese rebote significa que el crecimiento no debería ser tan rápido como el del año pasado. Pero aun así en este momento la información disponible sugiere que este 2011 México podría alcanzar una expansión de cuando menos un 4 por ciento.
Buena parte del crecimiento de 2010 procedió del sector externo. Esto ya lo sabíamos también en abril del año pasado. Las exportaciones, particularmente las de la industria automovilista, estaban ya aumentando a un ritmo extraordinario. El mercado interno ha sido mucho más lento en su reacción, pero esta es una característica de muchas recuperaciones económicas, especialmente de las mexicanas.
Reconocer que hay crecimiento no significa una renuncia a tener una posición crítica del gobierno. Yo señalé en ese cuestionado artículo "Predicciones" que México necesitaba hacer reformas de fondo para hacer que el crecimiento se volviera permanente. Lo sigo manteniendo. Sin una mayor apertura a la inversión privada y reformas fiscales, laborales y educativas que mejoren la competitividad del país seguiremos quedando rezagado ante otros países que ya han hecho esos cambios. Pero de nada sirve pretender que la realidad económica no existe.
Ángel Aguirre Rivero ha demostrado una vez más algo importante en Guerrero. El PRI no tiene asegurados los triunfos en 2011 y 2012. Lo único que necesitan los antipriistas es unirse y postular a candidatos priistas. Ahora vienen las elecciones del Estado de México y, por supuesto, la presidencial. Pero ¿quién sería el priista que abanderaría una campaña antipriista en 2012?
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