Como debe de saber el lector, el euro es la moneda oficial de 17 de los 27 países que componen la Unión Europea, habiendo sustituido en enero de 1999 a la otrora moneda de la Unión, el ECU. De esos 17 países cinco han traído problemas financieros y de deuda muy graves, los famosos PIIGS Portugal, Italia, Irlanda, Grecia y España, que son los llamados países de la periferia.
Y tan graves han sido sus problemas que hay prácticamente tres Grecia, Portugal y España que están prácticamente en un lió grande de insolvencia, es decir, de no pago pese a las últimas reestructuraciones y ayudas económicas que han tenido.
Tan grave es la situación que muchos han escrito sobre la inminente caída o desaparición del euro. Imagínese nada más si esto ocurriera, las consecuencias en los mercados financieros globales serían desastrosas. Sin embargo últimamente se han visto "luces en el camino" por los grandes esfuerzos de algunas instituciones internacionales por crear iniciativas que conlleven a una resolución seria y definitiva a la crisis de deuda de estos países.
La primera en manifestar un gran interés es el Banco Central Europeo (BCE) el cual está dispuesto a tomar medidas para un reacomodo de la economía europea, ya que se han visualizado riesgos del crecimiento económico que preocupan principalmente a los bancos. En este sentido el pasado miércoles, liderados por el BCE, los bancos centrales de Canadá, Gran Bretaña, Japón y Suiza acordaron disminuir los costos por operaciones de líneas existentes de "swaps" por dólares, las cuales implican que los bancos europeos "respiren" y puedan solventar sus obligaciones.
Estas líneas están enfocadas para asegurar el acceso a los dólares a los bancos fuera de Estados Unidos, lo cual se ha dificultado para los bancos europeos ya que los inversionistas están preocupados por la crisis europea. La consecuencia de esto ya la conoce: todos los mercados subieron escandalosamente el miércoles pasado por la confianza que generaron estas disposiciones.
Existe además una propuesta de unión fiscal impulsada por Angela Merkel, primera ministra de Alemania, y otras reformas que se tratarán en la próxima reunión del Consejo de Europa el próximo 8 y 9 de diciembre. En esta reunión los mercados estarán muy expectantes, ya que posiblemente se esperan grandes resoluciones para que de una vez por todas den luz para una mejor perspectiva para que la crisis de deuda europea se vea más claramente por donde se irá poco a poco minando. Seguramente tardará mucho tiempo en resolverse pero cuando menos que se vea claro que la Zona Euro saldrá adelante y lo más importante, que el euro prevalezca.
También se ha escuchado y todavía no se sale de la zona del rumor que el Fondo Monetario Internacional otorgará financiamiento a estos países emproblemados, al igual que la Reserva Federal (FED) que se cree coadyuvará en el financiamiento de bancos europeos también emproblemados. Aunque habría que ver aquí cómo le haría el FED para estas ayudas, sobre todo para no traspasarle cargas fiscales a los contribuyentes norteamericanos por estos financiamientos, que ya de por sí también están con problemas sobre todo para reactivar su consumo un agregado económico que es clave para la reactivación de la economía de aquel país.
Entonces este sexto Consejo Europeo que se reunirá esta semana tendrá, insisto, que traerle al mundo financiero internacional una resolución final y muy firme de la crisis financiera europea, que ha sido para los mercados prácticamente todo el 2011 un aliciente de incertidumbre, de miedo, de aversión al riesgo y como que ya son muchos meses para que no se vean resoluciones claras y precisas que conlleve a un buen fin de la Unión Europea y de su moneda.
Hay que tener la confianza que el euro "no truena" porque está muy claro que a nadie le conviene, y los países ricos necesariamente tendrán que solidarizarse para resolver esta crisis, ya que la debacle de la desaparición del euro como algunos creen se pudiera convertir en una "ecatombe financiera" y posiblemente que sería el principio hacia un nuevo orden económico mundial. Estemos entonces tranquilos y me inclino por el optimismo que esto, cuando menos en el corto y mediano plazo, se puede descartar. Habrá que esperar entonces esta importante reunión europea en pocos días. ....¡Hasta la próxima!