La mayoría de los presidentes municipales del país enfrenta amenazas del crimen organizado, escasez de recursos para combatir la inseguridad -o trabas para obtenerlos- y olvido de los gobiernos estatales y federal, de acuerdo con alcaldes.
En tres años, 26 presidentes municipales de 13 estados han muerto a manos de la delincuencia que aqueja las zonas donde gobernaban.
Los ediles han sido víctimas de emboscadas o asesinados en sus domicilios u oficinas; en varios casos han muerto a manos de policías.
La lista de los alcaldes que han sucumbido ante grupos criminales durante este sexenio comenzó el 1 de junio de 2008, cuando se perpetró el homicidio del munícipe de Villa Madero, Michoacán, Juan Marcelo Ibarra Villa.
En este año cinco munícipes han sido asesinados en Coahuila, Morelos, Oaxaca, Zacatecas y el último de ellos en el Estado de México.
El mayor número de ediles asesinados se ha registrado en Durango y Oaxaca, según cifras de la Federación Nacional de Municipios de México.
