Sí, es deplorable y censurable que haya en México jóvenes capaces que no pueden ingresar a la educación superior. Y es aún más deplorable y censurable que el 40% de jóvenes que abandonan la prepa lo hacen porque "no quisieron o no les gustó estudiar". ¿Cómo defender la "educación superior para todos" si tantos entre esos todos no la desean?
Mi opinión es que deben ingresar a la educación superior todos aquellos jóvenes que hayan concluido la enseñanza media superior y hayan aprobado los exámenes de ingreso.
Que aprobar los exámenes de ingreso es un requisito sin excepción de ningún tipo, para acceder a la educación superior.
Que todo aspirante a la educación superior debe realizar exitosamente tres exámenes comunes obligatorios: historia, español y matemáticas. Que se considerará aprobado al aspirante que obtenga 60 puntos o más siendo 100 el máximo posible.
Que todos los estudiantes que por las diferentes vías que existen tengan carreras preotorgadas tendrán que aprobar los exámenes de ingreso para ratificar la carrera que preliminarmente le hayan otorgado.
Que a los estudiantes que integran la preselección nacional a las Olimpiadas de ciencias exactas, se les preasignará la carrera que soliciten en la universidad de su preferencia, y creo que posteriormente, deben aprobar los exámenes de ingreso para ratificarla.
Creo que los estudiantes que pretendan cursar las distintas carreras que se ofertan en la modalidad de Educación a Distancia también poseen como requisito indispensable aprobar el examen de ingreso.
Creo que quien no adquiere las "competencias" necesarias en la educación media, no debe ingresar a los estudios superiores.
Y creo que si quien ingresó no cumple a la perfección con sus responsabilidades, debe ser expulsado.
¿Suena demasiado estricto? Sí. Pero también suena bien cargado de sentido común. Es el sentido común que priva en los criterios de ingreso que estipula el Ministerio de Educación Superior de Cuba, que cito arriba (puede consultarse en http://www.juventudrebelde.cu/cuba/2010-12-28/).
Estos criterios estrictos, según explica el Ministerio, "no contradicen en nada el acceso universal a los estudios superiores por parte de todos los cubanos." Es decir, que ingresan los mejores, no todos: todos tienen derecho a tratar de ser los mejores, pero no todos lo consiguen. Y los que no aprueban, no entran, pues no se ganaron el derecho de ejercer su derecho. Y no se llaman "excluidos" ni "rechazados": se llaman reprobados, chico.
Como dice el compañero Fidel: en Cuba hay "posibilidades educacionales para todos los ciudadanos" (en http://www.granma.cubaweb.cu/ secciones/reffidel/ art33.html). Es decir: todos tienen la posibilidad y esa posibilidad la merecen todos, pero no se otorga a todos.
Que haya exámenes rigurosos de ingreso no desata denuncias en el sentido de que la educación cubana obedezca a las políticas del Banco Mundial, la OCDE, el FMI o el neoliberalismo en general. Más bien se considera que obedece solamente al sentido común y al realismo presupuestal.
Otra actitud de los cubanos con la que simpatizo: el relieve de politécnicos y escuelas de oficios. Hay 300 mil alumnos en 15 especialidades obreras calificadas y 50 especialidades técnicas, pues la ley dispone que debe haber relación entre la educación y el trabajo, pues la educación "está dirigida a resolver los problemas que atañen al interés de la sociedad y al beneficio del pueblo". No parece, en Cuba, que adquirir calificaciones como técnico tenga menor importancia, o relieve, o prestigio que adquirirlas para ser licenciado.
En fin, que estudiar en Cuba supone entrega, disciplina, orden y enorme esfuerzo. Y la otra cosa que supone es no ejercer el pensamiento crítico, porque la revolución es perfecta. En esotambién se diferencia de Mé xico...
