El primer ministro egipcio, Kamal al Ganzuri, sostuvo hoy que el ambiente político que vive el país es "insatisfactorio" y reiteró su llamamiento a la unidad de los egipcios por el bien del país.
Tras presidir una reunión del Consejo de Ministros, el jefe del Gobierno compareció en una rueda de prensa difundida por la televisión egipcia.
"La atmósfera política que vive el país es hasta ahora insatisfactoria. Durante los primeros meses de la Revolución (del 25 de enero) todos éramos una sola mano, pero después algo entró entre nosotros que nos dividió en grupos diferentes", subrayó Al Ganzuri.
De manera indirecta, el primer ministro se refirió a los últimos disturbios registrados este mes en la plaza cairota de Tahrir, donde murieron al menos diecisiete personas en los choques entre las fuerzas militares y los manifestantes que piden la salida del poder de la Junta Militar.
Entonces, el Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas responsabilizó a "terceras partes" de estar detrás de los altercados, aunque los manifestantes culparon de lo sucedido directamente a los militares.
En su alocución, Al Ganzuri indicó que está dispuesto a reunirse con cualquier coalición o grupo por el futuro de Egipto, y pidió la unión de todos los egipcios para que se cumplan los "objetivos de la revolución".
Asimismo, destacó que se han celebrado elecciones parlamentarias "libres y limpias" por primera vez en 50 años, en alusión a las legislativas que comenzaron el pasado 28 de noviembre y que por el momento dan la victoria al Partido Libertad y Justicia, de los islamistas Hermanos Musulmanes.
Estos comicios son los primeros desde la renuncia del presidente Hosni Mubarak el pasado 11 de febrero y terminarán en marzo próximo, para dar paso después a la elaboración de una nueva Constitución y la elección del presidente de la República.
En ese sentido, Al Ganzuri explicó que el país está a las puertas de redactar una nueva Constitución "que pondrá fin al Gobierno de una sola persona y garantizará la libertad, la democracia, la alternancia del poder y la justicia social".
Frente a la crisis económica que acompaña el inestable proceso de transición, el primer ministro egipcio anunció la subida de rentas sociales para 1,2 millones de familias y consideró importante que la seguridad vuelva al país en beneficio del maltrecho sector turístico, que este año ha perdido unos tres millones de empleos.
