Mensualmente el sistema municipal para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF) recibe, en promedio, 20 niños de entre nueve y 12 años de edad que consumen drogas, principalmente inhalantes (solventes), lo que alarma a las autoridades locales y a los padres de familia porque la adicción de sustancias prohibidas inicia a muy temprana edad.
De los pequeños que son afectados por esta situación y que son trasladados al Centro de Integración Juvenil (CIJ) para su atención sólo 25% presenta avances satisfactorios, el resto continúa en el camino de los estupefacientes prohibidos en este municipio.
"Las lamentables condiciones económicas de las familias son generadoras de desintegración, la que a su vez es la causa principal de depresión en los niños, quienes caen en el consumo de drogas", explicó la presidenta del DIF municipal, Luz Barrón Alcántara.