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El agua en tres lecciones: lo que tenemos que saber para entender nuestra crisis comarcana

Manuel Valencia Castro

2.Vivimos en una región desértica Permítaseme traer a cuento por lo menos dos cosas importantes que se mencionaron en la primera parte de esta colaboración (una de las cuales alguien interesado en el tema me cuestionó), con la intención de retomar estas breves lecciones que pretenden dar información para conocer la crisis del agua que tenemos en la Comarca Lagunera la que por desgracia todo parece indicar se agravará en el corto plazo:

• En México el índice de disponibilidad de agua por habitante está definitivamente disminuyendo.

• “El agua disponible es muy limitada y nuestra huella hídrica muy elevada, el desbalance es obvio. No nos vayamos en la finta, el agua es un factor altamente limitante”.

La pregunta que me hicieron fue sobre esta última afirmación, ¿por qué llueve tan poco en la Región Lagunera al grado de ser limitante en el uso doméstico? Aunque la disponibilidad de agua no es únicamente un resultado de la baja precipitación pluvial, es importante dejar lo más claro posible que en nuestra cuenca Nazas- Aguanaval, las precipitaciones bajas constituyen un evento natural, que vivimos en una región que cuenta en la mayor parte de su superficie con climas semiáridos y áridos. Que los ciclones, huracanes y tormentas que siempre traen vientos con mucha agua, son detenidos por los macizos montañosos de las Sierras Madre Occidental y Oriental, dejando pasar solamente lo que coloquialmente llamamos “la cola del huracán”.

Este fenómeno natural es la causa principal de la formación del Desierto que abarca desde el sur de los Estados Unidos hasta pequeñas porciones del estado de Oaxaca, pasando por Chihuahua, Coahuila, Durango, Zacatecas y porciones importantes de Nuevo León y San Luis Potosí. Por otro lado, cuando la baja cantidad de lluvia se combina con las altas temperaturas que ocurren precisamente cuando más llueve en el verano, resulta que es muy poca el agua que alcanza el suelo ya que la mayor parte se evapora. Debido a esto, la precipitación pluvial que ocurre en nuestra región, aproximadamente 230 milímetros anuales, es insuficiente para sostener actividades agropecuarias como las que se llevan a cabo desde hace más de 100 años en los valles y llanuras de La Laguna, la pregunta obvia en este punto es ¿de dónde viene entonces el agua que ha permitido el desarrollo de nuestra región? La disponibilidad de agua en la Comarca Lagunera depende principalmente de los escurrimientos superficiales provenientes de los Ríos Nazas y Aguanaval, y de los acuíferos subterráneos que se recargan al paso del agua por los cauces de estos ríos, ambas fuentes de agua son posibles gracias al funcionamiento de la cuenca que lleva su nombre. Desafortunadamente, diversas alteraciones en los ecosistemas que conforman la cuenca así como el uso excesivo de agua en la agricultura han ocasionado problemas de disponibilidad y de calidad del preciado líquido.

Tanto la condición natural de escasez de agua como la provocada por la mala gestión de la misma, ha creado la idea de que vivimos en una cuenca deficitaria y que es necesario traer agua de otras cuencas para remediar los problemas que nos hemos ocasionado. Nada más alejado de la naturaleza, ni existen cuencas que les falte el agua ni cuencas que les sobre, la desembocadura del agua de algunos ríos en el mar no es una pérdida, constituye una entrada de recursos para uno de los ecosistemas más productivos del mundo entero: los estuarios. De acuerdo con la opinión de especialistas, algunas regiones áridas y semiáridas de otros países que optaron por el trasvase de una cuenca a otra y por la explotación minera de sus mantos freáticos, tienen ahora los días contados.

La disponibilidad de agua en la Comarca Lagunera depende principalmente de los escurrimientos superficiales provenientes de los Ríos Nazas y Aguanaval, y de los acuíferos subterráneos que se recargan al paso del agua por los cauces de estos ríos, ambas fuentes de agua son posibles gracias al funcionamiento de la cuenca que lleva su nombre.

Desafortunadamente, diversas alteraciones en los ecosistemas que conforman la cuenca así como el uso excesivo de agua en la agricultura han ocasionado problemas de disponibilidad y de calidad del preciado líquido.

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